¿Cuántas veces has pensado «mi coche está perfecto, seguro que pasa la ITV sin problema»? Miles de conductores llegan confiados a las estaciones de inspección… y salen con un resultado desfavorable. La ITV no es una simple revisión, es una radiografía completa del estado real del vehículo. Y cuando el técnico se asoma bajo el capó o conecta el lector de diagnóstico, la verdad sale a la luz.
La mayoría de los fallos que provocan un ‘no apto’ dan señales antes de romperse del todo. Sin embargo, seguimos ignorándolas. Eduardo, técnico de ITV con más de 15 años de experiencia, nos confiesa que uno de cada cinco coches no la pasa a la primera. «No es cuestión de mala suerte, es cuestión de prevención», asegura. Y en este artículo, veremos a qué se refiere.
6¿Cómo adelantarse a los fallos y evitar la segunda visita?

Llegar preparado a la ITV ahorra tiempo y dinero. Y para ello, Eduardo propone tres pasos muy sencillos. El primero, revisar lo básico. «Cualquiera puede comprobar líquidos, luces y neumáticos; incluso en una gasolinera». El segundo, escanear el coche con una herramienta de diagnóstico como Carly. En minutos nos da un informe completo: motor, frenos, airbag, electrónica, batería…
El tercer paso es consultar el coste de reparación. Actualmente, muchas apps ofrecen rangos de precios según si el recambio es oficial o equivalente, y si se hace en taller oficial o independiente. «Saber cuánto te va a costar antes de reparar te da control y evitas sorpresas», afirma. Solventar un fallo antes de la ITV es mucho más barato que volver a la estación y suspender de nuevo la inspección.