En Estados Unidos, los taxis autónomos han pasado en apenas cinco años de ser un experimento a convertirse en un servicio cotidiano en ciudades como San Francisco, Phoenix o Miami. Lo que comenzó como una apuesta arriesgada por parte de compañías tecnológicas y fabricantes de coches, hoy se traduce en millones de trayectos anuales y una revolución en la movilidad urbana.
Con datos cada vez más sólidos en la mano, resulta evidente que este fenómeno no es pasajero. Las cifras de seguridad, ahorro y satisfacción de los usuarios son tan contundentes que los expertos coinciden: la llegada de los taxis sin conductor a España no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”. Y todo apunta a que será más pronto de lo que pensamos.
5El futuro en España: más cerca de lo esperado

Aunque todavía no circulan taxis autónomos en nuestro país, España ya está dando pasos importantes para recibirlos. En ciudades como Zaragoza o Málaga se están probando proyectos piloto de vehículos autónomos en entornos controlados, y el Gobierno ha anunciado que trabaja en un marco regulatorio que permita su implantación segura en los próximos años.
Los expertos creen que la llegada masiva podría producirse a mediados de esta década. La combinación de avances tecnológicos, interés empresarial y demanda social hará que pronto veamos taxis autónomos circulando por nuestras calles. Y con ellos, llegarán también las ventajas de seguridad, ahorro y comodidad que ya disfrutan millones de estadounidenses.