En Estados Unidos, los taxis autónomos han pasado en apenas cinco años de ser un experimento a convertirse en un servicio cotidiano en ciudades como San Francisco, Phoenix o Miami. Lo que comenzó como una apuesta arriesgada por parte de compañías tecnológicas y fabricantes de coches, hoy se traduce en millones de trayectos anuales y una revolución en la movilidad urbana.
Con datos cada vez más sólidos en la mano, resulta evidente que este fenómeno no es pasajero. Las cifras de seguridad, ahorro y satisfacción de los usuarios son tan contundentes que los expertos coinciden: la llegada de los taxis sin conductor a España no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”. Y todo apunta a que será más pronto de lo que pensamos.
4Récord de usuarios y trayectos

La popularidad de los taxis autónomos no deja de crecer. Según los últimos informes, en 2024 se superaron los 10 millones de trayectos en EE.UU., con un aumento interanual de más del 60%. La tendencia es clara: cada vez más ciudadanos dejan de verlos como una rareza para integrarlos en su vida diaria.
El perfil de usuario también se ha diversificado. El servicio empezó siendo una opción para curiosos y entusiastas de la tecnología; hoy atrae a familias, turistas y trabajadores de todas las edades. Incluso hay asociaciones de personas mayores que destacan la utilidad del taxi autónomo para mantener su independencia de movilidad sin necesidad de conducir.