La DGT es consciente de que la bicicleta se está convirtiendo en una de las principales soluciones de movilidad en muchas ciudades. Cada vez más personas eligen este vehículo sostenible para circular, y por ello la normativa debe adaptarse para que esta nueva realidad sea segura.
Si circulas en bicicleta, es probable que estés familiarizado con los carriles bici o las sendas ciclables. Pero hay una señal que te obliga a bajar y seguir a pie. Puede que te sorprenda, pero al igual que las señales que afectan a los vehículos de motor, su objetivo es proteger a todos los que cohabitan en la ciudad.
2¿Qué pasa si no obedeces la señal R-442?
Más allá de la falta de civismo y del riesgo que generas, te expones a una sanción económica. Desobedecer una señal de obligación como la R-442 es una infracción recogida en el Reglamento General de Circulación.
Aunque la cuantía puede variar dependiendo de la ordenanza municipal, por norma general, saltarse una señal de obligación se considera una infracción grave. Esto suele traducirse en una multa que ronda los 200 euros. Es la misma lógica que se aplica a un conductor de coche que se salta un ceda el paso o una señal de dirección obligatoria. Las normas están para cumplirse, y su incumplimiento acarrea consecuencias.
No obstante, la peor consecuencia no es la multa. El verdadero peligro reside en causar un accidente. Un atropello a un peatón, aunque sea a baja velocidad, puede provocar lesiones serias, en especial si la víctima es una persona frágil. En un escenario así, además de la sanción administrativa, podrías enfrentarte a responsabilidades civiles e incluso penales. No merece la pena correr ese riesgo por la comodidad de no bajarse de la bici durante unos metros.
