Cada vez es más habitual plantearse la opción eléctrica a la hora de comprar un automóvil nuevo. Pero también es normal que haya algo que nos eche para atrás. Puede que sea el precio, la autonomía o tal vez sea esa sensación de incertidumbre constante que rodea al sector.
No obstante, hay algo que inquieta a los fabricantes de automóviles. Si creías que los precios actuales eran altos, lo que se está cocinando para 2026 tiene a los directivos de las grandes marcas casi sin dormir.
3Cómo van a cambiar las ayudas
Aunque todavía no se sabe nada en concreto, la información que se mueve en los despachos de las automotrices es que las ayudas, si las hay, estarán por debajo de la cantidad que se ha dado hasta ahora. El dinero del Plan MOVES III se acaba, y aunque el Gobierno ha anunciado nuevos incentivos económicos tanto para la compra de automóviles como para nuevos puntos de recarga, no parecen suficientes para igualar la cantidad que se da ahora.
La lógica detrás de esto es que, en teoría, los coches eléctricos deberían ir bajando de precio por sí mismos a medida que la tecnología avanza y se fabrican más unidades. Pero la realidad del mercado nos dice que los precios no están bajando tan rápido como se esperaba, y si quitas la ayuda, el resultado es que el coche se encarece para el usuario final.








