comscore
sábado, 1 noviembre 2025

Así es el Seat Toledo ‘de palo’ sin el que hoy no existirían marcas de coches como Omoda o Jaecoo

En 1999, el Seat Toledo prestó su tecnología a Chery para fabricar su primer modelo. Dos décadas después, su legado continúa en marcas como Omoda y Jaecoo.

A finales de los años 90, cuando la industria automovilística china apenas daba sus primeros pasos, un veterano modelo español sirvió de punto de partida para una revolución con repercusión global. El Seat Toledo de primera generación, un sedán sobrio y robusto, acabaría siendo, sin pretenderlo, el ‘padre’ del primer Chery y, por extensión, de las marcas Omoda y Jaecoo que hoy inundan los mercados internacionales.

Lo que comenzó como una simple venta de maquinaria y licencias de producción se convirtió en la piedra angular de un imperio automovilístico. El Chery Fulwin (o Chery Cowin) fue el primer coche de la marca china, y su ADN técnico provenía directamente de Martorell. Sin aquel Seat Toledo ‘de palo’, la historia del motor en China —y del propio mercado global actual— habría sido radicalmente distinta.

1
Un Toledo con alma china

Fuente: Wikimedia Commons

Cuando Seat finalizó la producción del Toledo de primera generación, su tecnología seguía siendo plenamente válida. El coche había sido un éxito de fiabilidad y practicidad, con una estructura que compartía muchos elementos con el Volkswagen Golf. En lugar de dejar que ese legado se oxidara, Seat decidió vender a Chery las matrices, línea de producción y licencia del modelo.

Publicidad

Para Chery, aquella oportunidad fue oro. La marca apenas contaba con experiencia en el diseño o la fabricación de automóviles. Gracias al acuerdo con Seat, los ingenieros chinos pudieron replicar y adaptar cada pieza del Toledo a sus propias necesidades. El resultado fue el Chery Fulwin, lanzado en 1999. A nivel técnico, casi idéntico al Toledo original, aunque con ligeras modificaciones estéticas y mecánicas.

Espalda
Publicidad