Han pasado años desde que Santana Motors cesara su producción, pero su nombre nunca desapareció del imaginario colectivo. Asociada a la dureza, la fiabilidad y la capacidad para llegar donde otros no pueden, la marca española se convirtió en sinónimo de vehículos indestructibles. Ahora, desde su mítica fábrica de Linares (Jaén), Santana Motors regresa con fuerza, mirando al futuro sin renunciar a su esencia. Los nuevos Santana 400 PHEV y 400D marcan el renacimiento de un icono nacional, con una propuesta que combina tradición, tecnología y rendimiento todoterreno.
Un híbrido enchufable con 429 CV
El nuevo Santana 400 PHEV representa la visión más moderna de la marca: una pick-up híbrida enchufable que apuesta por la sostenibilidad sin sacrificar la potencia. Con 429 CV y 800 Nm de par, ofrece un equilibrio perfecto entre fuerza bruta y refinamiento técnico. Su sistema híbrido, que combina un motor de combustión de 1.5 litros con un propulsor eléctrico de alto rendimiento, le permite recorrer hasta 120 kilómetros en modo exclusivamente eléctrico y superar los 1.000 kilómetros de autonomía total, cifras inéditas en el segmento.

La batería de 32 kWh, con capacidad de carga rápida DC, permite operar en modo eléctrico durante jornadas completas, ideal para tareas agrícolas, forestales o urbanas en zonas de bajas emisiones. Con su larga carrocería de 5,49 metros y un diseño robusto, el Santana 400 PHEV transmite la solidez que siempre caracterizó a la marca, pero con un enfoque tecnológico avanzado.
El habitáculo no se queda atrás: pantalla táctil central de 14,6 pulgadas, cuadro de instrumentos digital configurable y 28 sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) garantizan una experiencia moderna y segura. La visión panorámica 540°, que incluso muestra el terreno bajo el vehículo, convierte la conducción off-road en una tarea más precisa que nunca. Todo ello con materiales resistentes y un diseño funcional, fiel al ADN práctico de Santana.
190 CV para la versión diésel

La versión diésel, el 400D, apela a los puristas. Bajo su capó, un motor 2.3 litros entrega 190 CV y 500 Nm de par, disponible con transmisión manual o automática. Pensado para profesionales y aventureros, ofrece un equilibrio entre simplicidad mecánica y fiabilidad, con diferenciales delantero y central, y la opción de bloqueo electrónico trasero. Su doble cabina para cinco pasajeros mantiene la comodidad, mientras que su bajo coste operativo lo convierte en una herramienta ideal para quienes necesitan resistencia sin complicaciones.
Ambas versiones comparten unas credenciales todoterreno de primer nivel. Con 240 milímetros de altura libre al suelo, ángulo de ataque de 31°, rampa de 39,5° y capacidad de vadeo de 800 milímetros, el Santana 400 está preparado para todo tipo de terrenos. Su caja de carga de más de 1.100 litros, 800 kilos de capacidad útil y 3.200 kilos de remolque lo sitúan entre los más capaces de su categoría. Los más de dos millones de kilómetros de pruebas extremas realizados antes de su lanzamiento certifican que la fiabilidad sigue siendo un pilar fundamental del proyecto.
La fábrica de Linares regresa a la actividad

El regreso de Santana Motors (aquí la firma del acuerdo) no es solo un lanzamiento industrial; es una reivindicación de la ingeniería española. La Santana Factory de Linares, símbolo de una época dorada del automovilismo nacional, se encuentra en plena actualización para retomar su actividad a pleno rendimiento. Paralelamente, la marca española ya ha cerrado acuerdos con más de 30 concesionarios en España, Portugal, Italia, Andorra y Gibraltar, consolidando su regreso con una red sólida y ambición internacional.
Fiel a su espíritu, Santana Motors vuelve para demostrar que la experiencia no se improvisa. Los nuevos Santana 400 PHEV y 400D encarnan una nueva generación de vehículos listos para el trabajo, la aventura y la sostenibilidad. Y, sobre todo, simbolizan el renacimiento de una marca que nunca dejó de pertenecer al paisaje español: la del todoterreno que siempre vuelve a casa, más fuerte que nunca.
Fotos: Santana Motors.














