Corría el mes de marzo de 2020 cuando la compañía de Crewe nos sorprendía a todos al presentar una verdadera joya confeccionada por su extraordinaria división de personalización: Mulliner. Esa criatura no era otra que el Bentley Bacalar, del que tan solo se fabricarían 12 ejemplares, todos con el cartel de ‘vendido’ incluso antes de que el resto de los mortales lo pudiéramos ver en foto. Poco importó que la casa británica pidiera la friolera de 1,5 millones de libras (alrededor de 1,7 millones de euros) por cada ejemplar antes de opciones y de impuestos.
La singularidad del excepcional Bentley Bacalar hizo que muchos de ellos fueran adjudicados por sus acaudalados propietarios como una mera inversión con vistas a revalorizarse con el paso del tiempo. Pero esta unidad, la quinta de las doce construidas por Mulliner, ha dejado claro que aún queda para ser considerado un ‘rara avis’. Por lo que a su propietario, como se suele decir, ‘le ha salido el tiro por la culata’ con su inversión.
Este es el quinto de los doce Bentley Bacalar que construyó Mulliner a mano
Durante el fin de semana del Gran Premio de Fórmula 1 en Abu Dabi, la casa de subastas RM Sotheby’s celebró uno de sus eventos más exclusivos de la temporada. Y entre todos los coches a los que buscaron un nuevo hogar y entre los que había desde un McLaren F1 hasta el legendario Pagani Zonda Riviera (fueron vendidos por 25,3 y 10,1 millones de dólares respectivamente), también lucía este sensacional Bentley Bacalar, una verdadera obra de arte que fue entregada a su propietario en Mónaco en 2021.
Conservado como una auténtica joya en una colección privada en el principado, este Bentley Bacalar tan solo ha recorrido 1.131 kilómetros en toda su vida. Por lo que luce como recién salido de las instalaciones de Mulliner. Incluyendo su legendario 6.0 W12 Biturbo con 650 CV de potencia y 900 Nm de par motor. Esa mecánica está acompañada de un cambio automático de doble embrague y 8 velocidades, así como de un sistema de tracción total para permitirle acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 322 km/h.
Una criatura debidamente personaliza al gusto de su propietario
El quinto de los doce Bentley Bacalar que salieron de las instalaciones que Mulliner tiene en Crewe lo hizo en un llamativo color Memphis Red. Elegido para vestir la mayor parte de una carrocería de fibra de carbono e inspirada en el imponente Bentley Concept EXP 100 GT creado para celebrar los 100 años de la marca británica, en ese exterior no desentonan los detalles en Gloss Black, además de unas llantas de 22 pulgadas.
Su propietario también se decantó por configurar un sensacional interior donde se combina el suave cuero Linen en color crema con detalles en granate intenso. Sin pasar por alto sus pespuntes en contraste, una buena dosis de níquel satinado, molduras en madera Vavona, cientos de detalles cromados… Y para rematar, un juego de equipaje confeccionado a la medida del Bentley Bacalar por la compañía Schedoni. Y que claramente era un extra que se tenía que pagar aparte.
El dueño de este Bentley Bacalar ha perdido un millón de euros en cinco años
Poco ha importado la exclusividad de este Bentley Bacalar. Como tampoco parece haber calado el extraordinario estado en el que se encuentra esta maravilla de la que Mulliner tan solo fabricó 12 unidades y que cualquiera de nosotros estaríamos encantados de acoger en nuestro garaje. Pero en Abu Dabi no cuajó y los chicos de RM Sotheby’s finalmente lo adjudicaron por unos ‘irrisorios’ 876.875 dólares (746.280 euros). A ver, que no deja de ser un dineral, pero que es menos de la mitad de lo que costó en su día. Algo atípico en este segmento de automóviles.
Hay quienes dicen que aún no es el momento de desprenderse de un Bentley Bacalar. Mientras que otros apuntan a que Abu Dabi no era el mejor escenario para subastarlo. Ahora bien, lo que parece más lógico es que su parecido razonable con el Bentley Continental GTC desde el que nace, hace que muchos entusiastas no lo consideren digno de entrar en sus colecciones. Y puede que tengan parte de razón.
Fotos: RM Sotheby’s
