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jueves, 13 noviembre 2025

Miguel (38), mecánico: «Antes de que llegue el frío, te conviene revisar esto»

Las bajas temperaturas afectan sobre todo a un componente vital del coche.

¿Sabes qué componente de tu coche es el que más sufre cuando llega el frío? La respuesta es simple, pero sus consecuencias, si no se revisa a tiempo, pueden dejarte completamente tirado en el momento más inoportuno. No es el motor, ni el aceite, ni siquiera los neumáticos (aunque también son clave), sino algo mucho más sensible.

El cambio de estación no solo te obliga a sacar el abrigo del armario. También pone a prueba la salud de tu vehículo de una forma brutal. Si has notado que al coche le cuesta un poco más arrancar, estás ante una señal de alarma que, según los expertos, no deberías ignorar.

El talón de aquiles de tu coche con el frío

coche eléctrico sin batería
Fuente: Agencias

La batería es, sin duda, el componente que más padece el descenso de las temperaturas. Ya sea en un vehículo de combustión o en un coche eléctrico, el frío reduce drásticamente su rendimiento. Miguel, mecánico experto, lo advierte siempre que se acerca este tiempo.

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Tienes que entender que, cuando la salud de una batería baja del 50%, el frío actúa como un acelerador de su degradación. La química interna se ralentiza con las bajas temperaturas, lo que reduce su capacidad para entregar la potencia necesaria justo en el momento más exigente: el arranque.

En invierno, necesitamos más energía para encender el motor, ya que el aceite es más denso y el proceso es más costoso. Si la batería no puede aportar ese extra de energía, te quedarás sin poder mover el coche. Como bien apunta el experto, «Cuando más falta nos hace, es cuando nos deja tirados». Es una ley no escrita, pero muy real, de la mecánica invernal.

Uno de los mayores errores que se cometen hoy en día es intentar ahorrar dinero comprando baterías muy económicas. Y aquí es donde el mecánico alza la voz de advertencia.

El experto en el taller subraya una realidad que muchos conductores descubren por las malas: «Duran mucho menos que las de marcas reconocidas y al final terminas gastando el doble, además de perder tiempo y tener que llamar a la grúa».

Estas baterías de bajo coste suelen ser «bastante flojas» y, aunque parezcan una buena opción al principio, su salud se resiente mucho más rápido con los cambios de temperatura. Cambiar la batería en otoño, antes de que el frío apriete, si el diagnóstico así lo indica, es una inversión para garantizar tranquilidad y seguridad durante todo el invierno. La comprobación del estado de tu batería es sencilla y puede ahorrarte un disgusto mayor.

La revisión invernal completa

coche en frío invierno
Fuente: Europa Press

Si bien la batería es el foco principal de la preocupación por el frío, no es, ni mucho menos, el único elemento que debes revisar. Un conductor precavido no se centra solo en un punto, sino que realiza una inspección global de los sistemas que más sufren o que son más importantes para la seguridad cuando llega el agua, el hielo o la nieve.

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Aquí entra en juego uno de los líquidos más importantes de tu coche: el anticongelante. Su nombre lo dice todo, pero su función va más allá de evitar que el agua se congele. Este líquido regula la temperatura del motor. Si la proporción de anticongelante no es la correcta, o si su nivel es bajo, el agua del circuito podría llegar a congelarse con temperaturas muy extremas. En el peor de los casos, esto puede causar daños gravísimos e irreversibles en el motor o el radiador, y la avería te costará un auténtico dineral. Asegúrate de que los niveles son correctos y de que la calidad es la adecuada. Una revisión barata y vital que debes hacer sin falta.

El estado de los neumáticos es el factor de seguridad más importante en época de frío. No se trata solo de tener una banda de rodadura con la profundidad mínima legal, sino de algo más sutil: la presión y el dibujo.

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En invierno, los días son más cortos, la niebla y las lluvias son frecuentes, y la oscuridad nos acompaña en los trayectos matutinos y vespertinos. Por eso, la visibilidad es fundamental. Revisa luces (una bombilla fundida no solo es motivo de multa, sino que reduce enormemente tu capacidad de ser visto), y limpiaparabrisas (escobillas, líquido, etc.).

Pequeños hábitos que alargan la vida de tu batería

arrancar coche cuando hace frío
Fuente propia

Volviendo al punto de partida, el mecánico nos ofrece una serie de consejos para alargar la vida útil de la batería. Son gestos sencillos que, si los adoptas como rutina, pueden marcar una diferencia abismal.

  • Mantén los bornes limpios. Si ves una especie de polvo blanquecino o verdoso en los terminales de la batería, eso es corrosión. Límpialos con frecuencia, ya que esa suciedad dificulta el paso de la electricidad y reduce la eficiencia de la batería.
  • Pisa el embrague al arrancar. Este gesto tan simple reduce la resistencia que tiene que superar el motor de arranque para encender el coche. Al pisar el embrague, desconectas la caja de cambios del motor, lo que permite que el motor de arranque se centre solo en encender el motor, reduciendo el consumo de batería.
  • Evita el uso de electrónica con el motor parado. No uses la radio, ni dejes las luces encendidas, ni cargues el móvil si el motor está apagado. Esto consume la poca energía que le queda a la batería sin posibilidad de recarga por parte del alternador, agotándola de forma innecesaria.
  • No hagas solo trayectos muy cortos. La batería necesita tiempo para recargarse después del esfuerzo del arranque. Los trayectos de menos de 10 o 15 minutos no suelen ser suficientes para recuperar la carga. Si solo usas el coche para ir a comprar el pan, es probable que la batería esté siempre a medio gas.
  • Si vas a parar el coche, arráncalo al menos una vez al mes y déjalo funcionar durante unos 15 minutos. Esto garantiza que la batería se recargue y se mantenga activa, evitando que se descargue por completo o se sulfaten las placas.

En definitiva, la clave para no quedarte tirado en la carretera cuando llega el frío está en la anticipación. Una comprobación sencilla pero completa en tu taller de confianza antes de que el invierno apriete puede ahorrarte un buen disgusto, una grúa y, sobre todo, poner en riesgo tu seguridad.

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