La dirección es uno de los sistemas más importantes del coche y, paradójicamente, también uno de los más ignorados por muchos conductores. Mientras el vehículo gire y responda “más o menos bien”, solemos dar por hecho que todo está en orden, sin pensar que pequeños cambios en su comportamiento pueden ser el inicio de una avería seria.
En Motor16 hemos querido profundizar en este tema de la mano de Alejandro, mecánico con una larga trayectoria en talleres multimarca. Su experiencia le ha enseñado que la mayoría de fallos en la dirección no aparecen de repente, sino que se anuncian con señales claras que muchos conductores pasan por alto… hasta que el problema ya no tiene vuelta atrás.
5Fugas y líquido de dirección en mal estado
El estado del líquido de la dirección es un indicador fundamental de la salud del sistema. Debe presentar un color y un olor característicos. Si aparece oscuro, con espuma o sin olor, es probable que haya aire, agua o una fuga interna. Las manchas bajo el coche también son una señal clara de alerta.
«Una pequeña fuga hoy puede convertirse en una avería muy cara mañana», advierte Alejandro. La falta de lubricación acelera el desgaste de los componentes internos y puede provocar la rotura de la bomba. En la ITV, las fugas suelen considerarse defectos graves, lo que impide superar la inspección hasta que el problema se soluciona.







