Cuando Porsche lanzó el primer Cayenne en 2002, la industria habló de un salto de fe. Pocos imaginaban que un SUV de lujo sería capaz de mantener el espíritu deportivo de la marca, pero el tiempo dio la razón a Stuttgart: el Cayenne no solo se convirtió en un éxito global, sino en un modelo clave para definir la identidad contemporánea de Porsche. Más de dos décadas después, la historia se repite con otra apuesta poderosa: el nuevo Cayenne Electric, un SUV exclusivamente eléctrico que inaugura un capítulo decisivo en la marca.
Porsche avanza hacia 2025 con un ritmo de transformación sin precedentes: más de un tercio de sus ventas globales corresponden ya a modelos electrificados. El Cayenne Electric llega para reforzar esa tendencia y, al mismo tiempo, para ampliar las opciones del cliente, conviviendo con las variantes híbridas enchufables y de combustión. Es, por diseño y filosofía, un puente hacia el futuro sin romper con los valores que han acompañado a Porsche desde sus inicios.

Prestaciones de superdeportivo
La nueva gama eléctrica debuta con dos versiones: Cayenne Electric y Cayenne Turbo Electric. Ambas cuentan con tracción total gestionada por el sistema electrónico Porsche Traction Management (ePTM), pero es la variante Turbo la que establece cifras que hasta hace poco parecían exclusivas de los superdeportivos.
Activando el Launch Control, el Cayenne Turbo Electric despliega hasta 1.156 CV y 1.500 Nm, suficientes para catapultarlo de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos. La velocidad máxima es de 260 km/h. Esta capacidad viene dada por un motor trasero con innovadora refrigeración directa por aceite, tecnología heredada de la competición. En uso normal, la potencia se modera hasta unos igualmente impresionantes 857 CV, con un sistema Push-to-Pass capaz de sumar 176 CV extra durante 10 segundos.

La versión de acceso, el Cayenne Electric, no se queda atrás: 408 CV en condiciones habituales y hasta 442 CV y 835 Nm con Launch Control. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y, lo que es más relevante para su posicionamiento como SUV eléctrico, registra niveles de recuperación energética propios de la Fórmula E: hasta 600 kW. En el uso diario, el 97 por ciento de la frenada se realiza sin necesidad de fricción mecánica.
Un chasis que multiplica la versatilidad
El Cayenne Electric no solo impresiona en cifras; también lo hace en comportamiento. Ambos modelos incluyen de serie suspensión neumática adaptativa con Porsche Active Suspension Management (PASM). El Turbo suma el Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus), que añade un reparto activo del par en el eje trasero para mejorar la agilidad. A esto se añade la posibilidad de equipar dirección en el eje posterior, con un ángulo de giro de hasta cinco grados, que facilita maniobras urbanas y aporta estabilidad a alta velocidad.

Como novedad, llega el sistema Porsche Active Ride —disponible en la versión superior—, capaz de neutralizar prácticamente cualquier movimiento de la carrocería. El resultado es un equilibrio inédito entre confort, estabilidad y dinamismo en un SUV de este tamaño.
Carga más rápida y eficiente, incluso sin cables
El corazón eléctrico del modelo es una batería de 113 kWh refrigerada por ambos lados, una arquitectura que optimiza la gestión térmica y permite autonomías de hasta 642 km (623 km en el Turbo). La tecnología de 800 voltios posibilita cargas ultrarrápidas de hasta 390 kW, llegando en condiciones específicas a 400 kW. Esto se traduce en pasar del 10 al 80 % en menos de 16 minutos.

Como primicia en la marca, Porsche ofrece carga inductiva opcional de hasta 11 kW (aquí más información). El usuario solo debe estacionar sobre una placa de carga; el proceso comienza sin cables, sin esfuerzo y con total seguridad.
Un diseño que mira al futuro sin olvidar su linaje
El SUV combina proporciones clásicas con un lenguaje más limpio, faros Matrix LED más finos, puertas sin marco y detalles tridimensionales que aportan dinamismo. En la versión Turbo, el color exclusivo Turbonita añade contraste en insignias, llantas y elementos exteriores.

La aerodinámica, clave en un vehículo eléctrico, alcanza un coeficiente de resistencia de solo 0,25. Las soluciones incluyen aeroblades activos, un alerón de techo adaptativo y bajos casi carenados por completo.
Para quienes buscan capacidades reales fuera del asfalto, el paquete Off-Road mejora el ángulo de ataque y refuerza la protección inferior.
Más espacio, más tecnología, más personalización
El Cayenne Electric es más grande que su antecesor: 55 milímetros adicionales de longitud y casi 13 centímetros más de batalla, lo que se traduce en una segunda fila más amplia y versátil. Ofrece un maletero de hasta 1.588 litros más un compartimento delantero de 90 litros, además de una capacidad de remolque de 3,5 toneladas.
El interior presenta nuevos ‘modos de ambiente’ que ajustan iluminación, sonido, posición de asientos y parámetros del climatizador según el estilo de conducción. El techo panorámico con control variable de luz y la nueva calefacción por secciones elevan el confort a niveles propios del segmento premium más avanzado.

La personalización alcanza cotas nunca vistas en un Cayenne: trece colores exteriores, nueve diseños de llantas, doce opciones de interior y múltiples paquetes estéticos. Además, Porsche Exclusive Manufaktur y los programas Paint to Sample y Sonderwunsch permiten crear verdaderas piezas únicas, incluso acompañadas de un cronógrafo personalizado de Porsche Design.
La mayor superficie de pantallas en un Porsche
El nuevo Porsche Driver Experience transforma el habitáculo en un entorno digital de última generación. El Flow Display, un panel OLED curvado que domina la consola central, se combina con un cuadro digital de 14,25 pulgadas y una pantalla opcional para el acompañante de 14,9 pulgadas. Por primera vez, el Cayenne incorpora head-up display con realidad aumentada.

La interfaz mejora con widgets personalizables, integración de aplicaciones de terceros, funciones de streaming y un renovado Voice Pilot que aprovecha inteligencia artificial para comprender consultas complejas. Los smartphones y relojes inteligentes pueden funcionar como llaves del vehículo gracias a Porsche Digital Key.
Precios del nuevo Porsche Cayenne Electric
La marca alemana confirma que seguirá ofreciendo motores de combustión e híbridos enchufables más allá de la próxima década, pero el Cayenne Electric representa el primer gran paso hacia la electrificación total del segmento. Ya disponible para pedidos, parte desde 108.296 euros en su versión de acceso y desde 169.124 euros en su variante Turbo.

El resultado es un SUV que no solo redefine lo que significa un Porsche eléctrico, sino que anticipa el camino que recorrerá la marca en los próximos años: rendimiento extremo, diseño icónico y tecnología que transforma la experiencia de conducción. Una nueva era, fiel a la esencia de siempre.
Fotos: Porsche.



















































