Cuando hablamos del robo de coches, no solo nos referimos a la pérdida material que sufre el propietario, sino también al impacto emocional y a la sensación de vulnerabilidad que deja tras de sí. Cada vez que alguien descubre que su vehículo ha desaparecido, la primera reacción suele ser de impotencia: ¿volverá a aparecer? ¿Servirá de algo denunciarlo? En los últimos años, la Policía Nacional y empresas tecnológicas especializadas han dado un paso adelante decisivo en la lucha contra esta modalidad de delito.
Un claro ejemplo de colaboración lo encontramos en el caso de Coyote, compañía europea que se ha convertido en un aliado indispensable para las fuerzas de seguridad. Gracias a su servicio Coyote Secure, la Policía ha logrado recuperar coches robados que, de no contar con esta ayuda, habrían terminado en mercados clandestinos o exportados a otros continentes.
4Una amenaza en aumento

El problema no es menor. Según el Ministerio del Interior, en España se registraron más de 33.000 robos de vehículos en 2024, lo que equivale a un robo cada 16 minutos. Y la tendencia no se detiene: en el primer semestre de 2025 ya se han contabilizado casi 16.000 denuncias por sustracción de vehículos. Estas cifras colocan al país en una situación preocupante frente a las redes internacionales de robo.
Los datos del Observatorio de Robos y Recuperación de Vehículos de Coyote también alertan de un cambio en el perfil de los coches sustraídos. El 66% son SUV, y más de la mitad corresponden a modelos híbridos. Esto refleja el interés de los delincuentes en automóviles más demandados en el mercado de segunda mano y con mayor valor económico, lo que hace imprescindible reforzar las medidas de protección.