Cuando hablamos del robo de coches, no solo nos referimos a la pérdida material que sufre el propietario, sino también al impacto emocional y a la sensación de vulnerabilidad que deja tras de sí. Cada vez que alguien descubre que su vehículo ha desaparecido, la primera reacción suele ser de impotencia: ¿volverá a aparecer? ¿Servirá de algo denunciarlo? En los últimos años, la Policía Nacional y empresas tecnológicas especializadas han dado un paso adelante decisivo en la lucha contra esta modalidad de delito.
Un claro ejemplo de colaboración lo encontramos en el caso de Coyote, compañía europea que se ha convertido en un aliado indispensable para las fuerzas de seguridad. Gracias a su servicio Coyote Secure, la Policía ha logrado recuperar coches robados que, de no contar con esta ayuda, habrían terminado en mercados clandestinos o exportados a otros continentes.
1Una operación con final feliz en Cataluña

La llamada Operación Rueda, llevada a cabo por la Policía Nacional en colaboración con la Brigada Local de Policía Judicial de Sant Adrià de Besòs, puso de manifiesto la eficacia de esta alianza. En ella, se recuperaron cinco vehículos robados en Francia y España, localizados en municipios como Barcelona, Girona, Lloret de Mar, Pineda de Mar y Sant Feliu de Guíxols. El golpe al crimen organizado fue claro: coches de alta gama destinados a la exportación ilegal fueron devueltos a sus legítimos propietarios.
El hallazgo fue posible gracias a la baliza Coyote Nano 2.0 y al trabajo de campo de un detective de Coyote, que actuó en estrecha coordinación con la policía. Este equipo localizó un coche robado hasta una nave industrial en Sant Adrià de Besòs, punto clave para la intervención de los agentes. En su interior se ocultaban los cinco vehículos, preparados para ser enviados a África central con documentación falsificada y tras haber manipulado elementos como el número de bastidor.