Viajar por carretera a Portugal es una de las experiencias más recomendables para quienes buscan disfrutar de sus playas, su gastronomía y su hospitalidad sin renunciar a la libertad que ofrece el coche. Sin embargo, muchos conductores españoles se encuentran con un pequeño quebradero de cabeza al cruzar la frontera: los peajes portugueses. El sistema de autopistas del país vecino funciona de forma diferente al español, especialmente porque gran parte de sus vías están controladas por un sistema electrónico que no siempre resulta fácil de entender para los viajeros.
Desde hace más de una década, Portugal sustituyó muchos de sus peajes tradicionales —con barreras y cabinas de pago— por sistemas electrónicos automáticos, gestionados mediante cámaras y dispositivos de lectura. Este sistema, más moderno y fluido, evita atascos, pero también puede generar dudas si no se conocen bien las reglas del juego. No pagar correctamente el peaje no solo puede acarrear multas importantes, sino también sanciones administrativas al regresar a España.
3Qué pasa si no pagas el peaje en Portugal
Ignorar el sistema de peajes portugueses puede salir muy caro. Si pasas por una autopista de peaje electrónico sin haber registrado tu matrícula o sin un método de pago válido, el sistema genera una infracción automática.
Las autoridades portuguesas envían la multa a través de la empresa de cobro Infraestruturas de Portugal, y si no se paga en el plazo establecido, el expediente puede trasladarse a las autoridades españolas a través de acuerdos bilaterales. Las sanciones pueden alcanzar hasta 10 veces el importe del peaje impagado, con un mínimo de 25 euros y un máximo de 125 euros por tramo, además de gastos administrativos.
En otras palabras, un simple trayecto de pocos kilómetros por una autopista portuguesa sin peaje podría acabar costando más de 100 euros en sanciones. Por eso, la DGT recomienda planificar el viaje y asegurarse de tener un método de pago válido antes de cruzar la frontera.








