Durante los últimos años, los patinetes eléctricos se han convertido en una de las alternativas de movilidad urbana más populares en España. Son rápidos, cómodos, sostenibles y, sobre todo, prácticos para moverse por la ciudad sin depender del transporte público ni del coche. Sin embargo, su auge también ha traído consigo un aumento de accidentes, conflictos de convivencia en las calles y un vacío legal que ahora el Gobierno ha decidido cerrar de forma definitiva.
A partir de enero de 2026, los patinetes eléctricos tendrán una nueva consideración legal: pasarán a ser vehículos personales ligeros (VPL), y eso implica una serie de obligaciones que hasta ahora no existían. El cambio no solo busca aumentar la seguridad en las calles, sino también equiparar el uso de estos dispositivos al de otros vehículos motorizados. Entre los nuevos requisitos figuran el seguro obligatorio, el registro en la DGT, la matriculación visible y la homologación técnica. No cumplir con estos puntos podrá suponer multas de hasta 1.000 euros.
3Homologación, registro y matrícula: el nuevo ‘DNI’ del patinete
Otro de los grandes cambios tiene que ver con la identificación y registro de los patinetes eléctricos. Hasta ahora, la mayoría de modelos se vendían sin un número de serie normalizado ni una trazabilidad clara. Con la nueva regulación, todos los patinetes que quieran circular legalmente deberán estar registrados en la DGT, con una matrícula visible y un certificado de homologación que acredite que cumplen las especificaciones técnicas europeas.
Esto significa que el vehículo tendrá que estar incluido en el Registro Nacional de Vehículos Personales Ligeros, lo que permitirá a la DGT controlar cuántos patinetes circulan, qué características tienen y quién es su propietario.
Además, todos los patinetes fabricados o vendidos a partir de enero de 2027 deberán incorporar sistemas de iluminación reglamentarios, frenos independientes en ambas ruedas, catadióptricos laterales y traseros, avisadores acústicos y, en algunos casos, conectividad IoT para el registro automático en la nube de la DGT. Los modelos antiguos podrán seguir circulando, pero deberán adaptarse y obtener un certificado de compatibilidad técnica. Aquellos que no cumplan los requisitos podrían ser retirados de la circulación.








