La edad se ha convertido en elemento clave dentro del debate sobre seguridad vial. A medida que las sociedades envejecen, los gobiernos se ven obligados a replantearse qué hacer con los conductores más veteranos. ¿Debe mantenerse su libertad de movilidad a toda costa, o es necesario imponer límites más estrictos para garantizar carreteras más seguras?
Aunque en España el debate está muy presente, aún no se han dado pasos hacia una prohibición. Pero hay un país que sí ha tomado una decisión histórica: Perú se ha convertido en el primero del mundo en fijar una edad máxima para conducir. Su nueva normativa marca un antes y un después, poniendo sobre la mesa un modelo que otros países podrían plantearse en un futuro no tan lejano.
6La opinión de los expertos
La idea de fijar una edad límite en España genera rechazo entre asociaciones de mayores, expertos en movilidad, psicólogos y profesionales de la seguridad vial. Para organizaciones como FEDEPEM, la edad no debería ser el factor determinante, sino la capacidad real de conducción. Esto implicaría reforzar aún más los exámenes psicotécnicos y adaptarlos a una población mayor cada vez más activa.
Otros especialistas señalan que los mayores de hoy no son como los de hace décadas. La esperanza de vida es mayor y también lo es el nivel de actividad. Fijar una edad tope resultaría, según ellos, injusto y poco práctico. El consenso general es que lo adecuado no es prohibir, sino acompañar, reforzar la educación vial, mejorar los reconocimientos médicos y ofrecer alternativas de movilidad.
Sin embargo, la decisión de Perú ha abierto el debate: ¿debe imponerse un límite de edad para conducir, o deben primar las capacidades sobre la fecha de nacimiento?







