La edad se ha convertido en elemento clave dentro del debate sobre seguridad vial. A medida que las sociedades envejecen, los gobiernos se ven obligados a replantearse qué hacer con los conductores más veteranos. ¿Debe mantenerse su libertad de movilidad a toda costa, o es necesario imponer límites más estrictos para garantizar carreteras más seguras?
Aunque en España el debate está muy presente, aún no se han dado pasos hacia una prohibición. Pero hay un país que sí ha tomado una decisión histórica: Perú se ha convertido en el primero del mundo en fijar una edad máxima para conducir. Su nueva normativa marca un antes y un después, poniendo sobre la mesa un modelo que otros países podrían plantearse en un futuro no tan lejano.
3El papel de los exámenes médicos
Una parte fundamental de esta nueva política se basa en los exámenes médicos, encargados de determinar si una persona conserva las facultades necesarias para seguir conduciendo con seguridad. Perú ha endurecido estas pruebas, que ahora incluyen evaluaciones de visión, reflejos, capacidad cognitiva, aptitudes motoras e incluso historial clínico.
Si el conductor presenta enfermedades crónicas como epilepsia, diabetes descontrolada o cardiopatías graves, automáticamente pierde la posibilidad de renovación, independientemente de su edad. ¿El objetivo? Garantizar que nadie que represente un riesgo para sí mismo o para otros continúe al volante sin las condiciones adecuadas.







