La mayoría de ciudades españolas tienen un problema de aparcamiento, que lógicamente aumenta en los barrios más céntricos y concurridos. Y los últimos en denunciarlo han sido los vecinos de Opañel, en el distrito de Carabanchel, que cada día tardan más de 30 minutos en aparcar al volver del trabajo.
No solo eso, sino que se encuentran con vehículos subidos a las aceras, abandonados durante semanas y calles que funcionan como un ‘parking disuasorio’ para quienes trabajan cerca del centro. Por tanto, Miguel (41 años) y el resto de vecinos del barrio se quejan de la situación y piden al Ayuntamiento de Madrid que instale parquímetros.
Lo han bautizado como ‘efecto frontera’, pues en cuanto el Ayuntamiento instala la zona SER en un barrio cercano, la presión del tráfico se desplaza automáticamente al siguiente. Ya ocurrió en San Isidro, después en Comillas y ahora está pasando en los barrios de Opañel y Abrantes. En cambio, hay otras zonas que tienen un aparcamiento mucho más ‘ordenado’.
Ahora encuentran una solución en la nueva ordenanza de Movilidad Sostenible que prepara el Ayuntamiento de Madrid, pues abre la puerta a ampliar la zona SER fuera de la M-30. Y es justo lo que reclaman ahora los vecinos de Opañel para que el barrio deje de estar saturado de coches.
¿Qué está sucediendo en Opañel?

Cuando el SER llegó a una parte de San Isidro en 2023 y a Comillas een julio de este año, muchos pensaron que el aparcamiento mejoraría en todo el distrito. Y sí, lo hizo, pero solo precisamente en los barrios en los que se instalaron los parquímetros. En cuanto se ‘ordenó’ el tráfico en esas zonas, los vehículos empezaron a irse unas calles más allá, y Opañel pasó de estar lleno a estar desbordado.
Por ejemplo, calles como Jacinto Verdaguer, Antonio Leiva o la calle de la Verdad son un caos. No tienen zona SER, así que a ella acuden a diario trabajadores de Madrid Río, turistas e incluso vehículos de larga estancia de otros barrios. ¿Conclusión? Los residentes pagan las consecuencias.
A todo esto se le suma un factor que los vecinos llevan meses denunciando, y es que «hay muchos talleres con coches para venta y desguace por las calles». Además, las opiniones de otros vecinos de barrios cercanos no ayudan. En Comillas, por ejemplo, las plazas verdes han fomentado el orden y la rotación, pero en Opañel ocurre justo lo contrario.
¿Los parquímetros son la solución?

Los vecinos han encontrado una solución en los parquímetros, y han pedido al Ayuntamiento que los instale. Por ejemplo, en Comillas el 86% de los vecinos votó a favor del SER, y en barrios como Ventas, Quintana o Colina, la implantación ha reducido de forma considerable el tiempo para encontrar aparcamiento y ha devuelto el espacio público a los peatones.
Y buena parte de los vecinos de Opañel, según explica Miguel, estarían de acuerdo con esta fórmula. Tendrían que pagar, eso sí, una tasa anual de residentes, pero lo prefieren antes que tener que perder cerca de una hora al día para poder aparcar. Por eso, piden al Ayuntamiento de Madrid que tenga en cuenta sus demandas de cara a los nuevos barrios que se van a sumar a la zona SER, tras someter la cuestión a una consulta pública.
Además, el comportamiento del tráfico deja claro que cada vez que se amplía el SER en una zona cercana a la M-30, se produce ese ‘efecto frontera’ que se desplaza unas pocas manzanas. Así que el problema, lejos de desaparecer, afecta a unos vecinos diferentes de otros barrios.