Diciembre es un mes marcado en rojo en el calendario. Reencuentros, celebraciones, brindis interminables y un ambiente festivo que invita a bajar la guardia. Sin embargo, cuando el coche entra en escena, esa relajación puede convertirse en un riesgo real. La Navidad, y muy especialmente fechas como Nochevieja o Nochebuena, concentran algunos de los comportamientos más peligrosos al volante, aunque muchos conductores sigan pensando que “controlan”.
Los datos vuelven a poner la realidad sobre la mesa con crudeza. Uno de cada cinco conductores reconoce que conduce tras haber bebido alcohol durante las fiestas navideñas. Lo más preocupante no es solo la cifra, sino la percepción: la mayoría considera que «no pasa nada», que su conducción sigue siendo «normal». Un mensaje peligroso que choca frontalmente con las estadísticas de siniestralidad.
5No todas las comunidades se comportan igual
El consumo de alcohol al volante durante la Navidad no es homogéneo en todo el territorio nacional. Según los datos, con un 25%, Cantabria lidera el ranking de comunidades con mayor porcentaje de conductores que admiten haber conducido tras beber. Le siguen muy de cerca la Comunidad Valenciana (24,8%) y Baleares (24,5%), todas ellas claramente por encima de la media nacional.
En el extremo opuesto se sitúan Castilla y León (8,2%), La Rioja (8,8%) y Castilla-La Mancha (10,3%), comunidades donde este comportamiento es mucho menos frecuente. La media nacional se sitúa en el 18,6%, lo que demuestra que el problema es generalizado, pero con importantes diferencias regionales.








