Como norma general, la multa que te puede poner la Guardia Civil suele tener un tope de 500 euros. Esta cantidad está reservada a las infracciones muy graves, como cazar un deportivo volando a 250 km/h por la autopista o a un conductor que multiplica por cinco la tasa de alcohol.
Se trata de multas muy serias, aunque existen situaciones extraordinarias que dejan en casi nada esas multas. A noviembre de 2025, existen sanciones recogidas por la normativa de tráfico que pueden llevar a superar, literalmente, el precio de un coche nuevo.
1Las multas de la Guardia Civil que creías que eran las más caras
El consumo de alcohol y drogas al volante es una de las infracciones más perseguidas por la Guardia Civil, y también una de las multas más duras. Si das positivo en un control de drogas, la sanción es de 1.000 euros y 6 puntos menos en el carnet. Con el alcohol, si te mueves entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l, la multa es de 500 euros y 4 puntos. Pero si te pasas de 0,50 mg/l o si eres reincidente, la multa sube a 1.000 euros y 6 puntos.
También están las distracciones, como usar el móvil. Con la última reforma de la Ley de Tráfico, sujetar el móvil con la mano mientras conduces, aunque no estés hablando, te cuesta 200 euros y 6 puntos del carnet.
Pero la cosa se pone todavía más seria. La DGT y la Guardia Civil odian que intentes engañarles. Y aquí entran en juego los sistemas de detección de radar.
Además, la Guardia Civil recuerda que no son solo los coches los que pueden llevarse una multa. También se aplican a patinetes eléctricos, bicicletas y motos. Así que no necesitas ser un conductor con carnet B para llevarte una sanción si cometes alguna infracción.








