La ITV se ha convertido en una auténtica pesadilla para muchos automovilistas. De hecho, un estudio reciente confirma que casi un 40% de los conductores encuestados admite sentir una notable inquietud y nerviosismo cuando recibe la cita para la inspección.
¿A qué tenemos tanto miedo cuando toca pasar la inspección? ¿Es infundado este temor, o hay verdaderos motivos para sentirlo?
2Los 5 fallos que más se temen
 
                                
                            Un 18% de los encuestados asegura que los neumáticos son el aspecto que más teme que pueda provocar un suspenso. Y tiene lógica, ya que son el único punto de contacto de tu coche con el asfalto.
Un inspector de la ITV no se anda con rodeos al revisar las ruedas. Lo primero que mirará es la profundidad del dibujo. Ya sabes que el límite legal es de 1,6 milímetros, y llevarlos por debajo un suspenso directo. Pero el dibujo no lo es todo. El técnico también buscará un desgaste irregular, cortes, golpes, deformaciones o bultos en el flanco. Si detecta alguno de estos, también te van a tirar.
En segundo lugar, con un 17% de los conductores preocupados, está la prueba de gases. Superar el límite de emisiones es una de las causas más comunes de suspenso. ¿Por qué ocurre esto? Generalmente, por una combustión incorrecta. Por suerte, existen tratamientos de descarbonización pensados para limpiar el sistema y ayudar a los vehículos más antiguos a reducir su impacto y superar la prueba.
El podio del terror lo cierra, con un 16,22% de los encuestados, un clásico de las ITV: el sistema de alumbrado y señalización. Es, quizás, el fallo más frustrante, porque suele ser barato de arreglar, pero sigue siendo motivo para una inspección desfavorable. Hablamos de una bombilla de cruce fundida, un intermitente que no luce o la luz de freno que no se enciende. Pero hay uno más técnico que también tumba a muchos: los faros desajustados, motivo de falta grave.
Bajando en el ranking, pero con un pánico mucho más visceral, encontramos los fallos en los frenos. Un 9,17% de los automovilistas siente verdadero terror a que el sistema de frenado sea el motivo de no pasar la ITV. Los conductores suelen vigilar las pastillas y los discos, pero a menudo olvidan el líquido de frenos, que también es importante.
El quinto y último gran miedo, que preocupa a un 8,23% de los encuestados, es la dirección. Si el volante vibra a cierta velocidad, notas holguras o el coche se va hacia un lado si sueltas el volante en una recta, tienes un problema. Y uno serio. El inspector moverá las ruedas con las manos buscando esas holguras en la dirección. Esto es un fallo grave, ya que la dirección es imprecisa y peligrosa.








