La navidad tiene esa capacidad única de transformar ciudades enteras en escenarios cargados de tradición, gastronomía y espíritu festivo. Para quienes disfrutan de viajar por carretera, estos meses se convierten en el momento perfecto para una escapada en camper o autocaravana, recorriendo mercadillos navideños que mezclan historia y encanto con luces, música y sabores irresistibles.
Viajar sobre ruedas ofrece una libertad que pocos modos de transporte igualan: poder parar cuando apetece, pernoctar cerca de cada ciudad y saborear cada mercadillo sin prisas. Desde los clásicos españoles hasta las joyas centroeuropeas, hemos seleccionado ocho mercados que combinan ambiente, autenticidad y buena accesibilidad para los amantes del turismo itinerante.
1Tradición y esencia: los mercadillos españoles que no fallan
España vive las navidades con intensidad. El Mercado de la Plaza Mayor de Madrid es un imprescindible que mantiene el sabor clásico de estas fechas. Con más de 200 casetas de figuras de belén, juguetes, dulces y adornos, su atmósfera es pura tradición. Lo ideal es aparcar fuera del casco histórico y continuar en transporte público. La recompensa es inmediata: luces, castañas asadas y un entorno monumental que invita a vivir la navidad de la manera más castiza.
Barcelona no se queda atrás. La Fira de Santa Llúcia, frente a la Catedral, es de los mercadillos navideños más antiguos del país y parada obligatoria en cualquier escapada sobre ruedas por Cataluña. Sus célebres ‘caganers’, ‘Caga Tió’ y sus más de 280 puestos artesanales envuelven las calles del Gótico en un ambiente histórico y emotivo. Perfectamente conectada por metro y autobús, podrás aparcar en los alrededores y sumergirte a pie en su magia centenaria.








