Fernando lleva más de tres décadas con las manos manchadas de grasa. Tiene 52 años, es mecánico desde que salió del instituto y ha visto pasar por su taller miles de coches de todo tipo: nuevos, viejos, baratos, premium, diésel, gasolina, híbridos y, más recientemente, eléctricos. Su diagnóstico es tan directo como inquietante: muchos de los problemas que ve a diario tienen un origen común y evitable.
Apoyado en un surtidor de gas cercano a su taller, Fernando lanza una frase que hiela la sangre a cualquier conductor: «Más del 50% de los coches que se han llenado aquí se han roto… o se van a romper». Y no es una exageración gratuita. Sus palabras encajan con los últimos estudios sobre averías graves en España y ayudan a entender por qué el parque automovilístico español sigue siendo una bomba de relojería.
3Híbridos y eléctricos: menos averías graves, por ahora
En el lado opuesto están los coches híbridos, que solo registran un 16,88% de fallos críticos; y los eléctricos, con un 30,45%. A primera vista, parecen la opción más fiable. Y en parte lo son. “La mayoría de híbridos y eléctricos que veo aquí tienen menos de cinco o seis años”, señala Fernando. “Eso se nota muchísimo”.
Según los datos más recientes, en España circulan ya más de 855.000 turismos híbridos y más de 230.000 eléctricos puros. Son coches más modernos, con menos desgaste acumulado y, en muchos casos, con revisiones aún cubiertas por garantía. Todo eso reduce la probabilidad de averías graves. Al menos, de momento.







