En Madrid, tener una plaza de garaje es sinónimo de comodidad, seguridad y un respiro frente al caos del tráfico. Lo que casi nadie imaginaba es que ese pequeño espacio subterráneo pudiera ser el protagonista de la última polémica municipal. La nueva tasa de basuras ha reabierto un debate que muchos creían superado y ahora son miles los madrileños que se preguntan si tendrán que pagar.
El Ayuntamiento se ha pronunciado para aclarar la confusión: no todas las plazas de garaje se tratan igual. Algunas quedan exentas y otras están obligadas al pago. La diferencia no se basa en el sentido común ni en la cantidad de residuos generados, sino en un criterio mucho más técnico y, para muchos, inesperado: su uso catastral. Ese detalle administrativo marca la diferencia entre pagar y no pagar.
3¿Qué ocurre cuando el valor no está individualizado?
En algunos casos, el valor catastral del garaje no está separado del de la vivienda. En esa situación, prevalece el uso residencial del inmueble principal. Es decir, si la plaza de garaje figura integrada dentro del valor global de la vivienda, estará sujeta a la misma tasa que el resto del piso, sin pagos duplicados.
Ese punto es relevante porque evita que un mismo propietario tenga que pagar dos tasas diferentes por un solo servicio de recogida de residuos. Según el Ayuntamiento, se trata de un criterio diseñado para simplificar y evitar agravio comparativo. Sin embargo, no ha impedido la confusión entre muchos vecinos o, directamente, el enfado por la manera en que se ha comunicado la medida.








