Con los precios de los carburantes marcando nuevos máximos cada pocos meses, llenar el depósito del coche se ha convertido en un ejercicio de estrategia casi matemática. Y precisamente una matemática, Lucía, de 29 años, ha decidido compartir un truco tan simple como efectivo que, según ella, “permite ahorrar entre 10 y 15 céntimos por litro cada vez que vas a la gasolinera”. Un consejo que, multiplicado por varios repostajes al mes, puede suponer un ahorro anual de más de 250 euros para muchos conductores.
En un contexto en el que cada céntimo cuenta, y donde las gasolineras tradicionales compiten con cadenas low-cost y apps que comparan precios en tiempo real, cualquier ayuda es bienvenida. Pero lo que plantea Lucía no tiene nada que ver con cupones, tarjetas de fidelización o descuentos ocultos. Es algo más sencillo, basado en el análisis de datos de variación de precios y hábitos de consumo.
2El segundo truco matemático: combinar precios y rendimiento
Más allá del precio del litro, Lucía introduce un concepto clave: el rendimiento del combustible. “No todas las gasolinas de 95 o gasóleos B son iguales. Algunos combustibles premium pueden costar 12 céntimos más por litro, pero si aumentan el rendimiento un 8-10%, pueden compensar ese coste.”
En otras palabras, no se trata solo de repostar más barato, sino de lograr que ese combustible te ofrezca más kilómetros por depósito. Su recomendación es alternar: 3 de cada 4 repostajes en gasolinera low-cost, y 1 repostaje con combustible premium o aditivado para limpiar el sistema de inyección y maximizar la eficiencia del motor.
Esa combinación —dice— permite mantener el motor en mejor estado, evitar averías costosas y obtener un mejor rendimiento a largo plazo. Si una gasolinera premium aumenta el rendimiento notablemente, puede convertirse en una opción más rentable de lo que aparenta a simple vista.







