Contratar un seguro de coche se ha convertido en una tarea cada vez más compleja. Las ofertas, las coberturas y los precios varían tanto entre compañías que muchos conductores optan por quedarse con su aseguradora de siempre. Sin embargo, esa comodidad puede salir cara. Detrás de las grandes campañas de publicidad y los descuentos iniciales hay un detalle que pocas aseguradoras mencionan, y que puede suponer una diferencia de hasta 300 euros al año en el precio de tu póliza.
En un momento en el que cada euro cuenta y los gastos del coche no dejan de subir —combustible, mantenimiento, impuestos—, optimizar el coste del seguro es una de las formas más efectivas de reducir el presupuesto anual sin renunciar a la seguridad. Pero para hacerlo bien hay que entender cómo piensan las aseguradoras… y qué factores determinan el precio real de tu póliza.
4La importancia de ajustar las coberturas a tus necesidades reales
Una de las razones por las que muchos conductores pagan de más es que contratan coberturas innecesarias. El seguro a todo riesgo, por ejemplo, puede ser útil durante los primeros años de vida del coche, pero si el vehículo ya tiene más de seis o siete años, puede que no compense. La indemnización por siniestro total suele calcularse según el valor venal del coche, que disminuye cada año, por lo que estarás pagando por una protección que apenas cubre lo que realmente vale el vehículo.
Por el contrario, una póliza a terceros ampliada —que incluye lunas, robo e incendio— puede ser mucho más rentable en coches de cierta antigüedad. Ajustar las coberturas al uso real del coche y a su valor de mercado puede suponer un ahorro inmediato sin perder seguridad. Un buen asesoramiento o comparar entre aseguradoras antes de renovar es clave para optimizar esta decisión.








