Contratar un seguro de coche se ha convertido en una tarea cada vez más compleja. Las ofertas, las coberturas y los precios varían tanto entre compañías que muchos conductores optan por quedarse con su aseguradora de siempre. Sin embargo, esa comodidad puede salir cara. Detrás de las grandes campañas de publicidad y los descuentos iniciales hay un detalle que pocas aseguradoras mencionan, y que puede suponer una diferencia de hasta 300 euros al año en el precio de tu póliza.
En un momento en el que cada euro cuenta y los gastos del coche no dejan de subir —combustible, mantenimiento, impuestos—, optimizar el coste del seguro es una de las formas más efectivas de reducir el presupuesto anual sin renunciar a la seguridad. Pero para hacerlo bien hay que entender cómo piensan las aseguradoras… y qué factores determinan el precio real de tu póliza.
1El código postal, el factor invisible que cambia tu prima

Uno de los factores más determinantes —y menos conocidos— en el cálculo del precio del seguro es el código postal del conductor. Sí, la zona donde vives puede influir más que la potencia de tu coche o incluso tu historial de siniestralidad. Las aseguradoras utilizan complejos algoritmos que cruzan datos de accidentes, robos y reclamaciones en cada área geográfica, ajustando las primas según el nivel de riesgo percibido.
Así, un mismo conductor con el mismo vehículo puede pagar 250 euros más o menos al año simplemente por residir en un barrio diferente. Las ciudades con más tráfico o con índices de robo más altos encarecen automáticamente las pólizas. Por eso, si tienes segunda residencia o posibilidad de domiciliar tu seguro en otra dirección (legalmente vinculada a ti), podrías obtener una reducción considerable en la prima anual.