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viernes, 21 noviembre 2025

Pep (54), conductor: «Por esto levanto las escobillas del parabrisas antes de que acabe el otoño»

Algunos creen queso trata de algún acto vandálico, mientras que otros lo ven solo como una excentricidad.

Seguro que algunas vez mientras caminas hacia tu coche una mañana de frío ves algo que te llama la atención. Hay una hilera de vehículos aparcados en la calle y uno de ellos destaca porque tiene las escobillas del limpiaparabrisas levantadas como si fueran antenas.

Al principio puedes pensar que es una gamberrada o que el dueño se ha olvidado de bajarlas después de limpiar el cristal, pero la realidad es muy distinta. Pep asegura que este gesto tan sencillo es la diferencia entre empezar el día tranquilo o buscar un recambio urgente en una tienda de repuestos.

Una costumbre que sorprende a muchos

escobillas
Fuente propia

Cuando las temperaturas caen en picado, sobre todo durante la noche, se produce un fenómeno inevitable en la superficie del coche. La humedad del ambiente, el rocío o la lluvia que haya podido caer durante la tarde se posan sobre el cristal del parabrisas. Al bajar el termómetro por debajo de cero grados, o incluso un poco antes si la sensación térmica es baja y hay viento, esa fina capa de agua se congela.

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El problema no es solo que tengas hielo en el cristal, el verdadero drama ocurre justo en el punto donde la goma de las escobillas toca el vidrio. Si la dejas apoyada sobre el cristal húmedo y congelando, la goma se quedará soldada a la luna del coche.

Al levantar las escobillas del limpiaparabrisas y dejarlas en el aire, se elimina el contacto entre la goma y el cristal. Parece algo obvio, pero la mayoría de los conductores aparcan, cierran el coche y se olvidan hasta la mañana siguiente sin ser conscientes de que están preparando el terreno para una avería segura.

Imagina que no has levantado las escobillas. Llegas por la mañana, te sientas en el asiento del conductor, arrancas el motor para que se vaya calentando y accionas la palanca de los limpiaparabrisas para ver mejor. En ese momento puedes estar cometiendo un error fatal si las escobillas están pegadas al hielo del cristal y no pueden moverse. En el mejor de los casos, saltará un fusible para proteger el sistema. Pero si tienes mala suerte y el sistema insiste, puedes quemar el motor del limpiaparabrisas.

Estamos hablando de una avería que no es barata, ya que implica desmontar parte del panel bajo la luna, comprar un motor nuevo y pagar la mano de obra del taller. Todo eso por no haber dedicado unos segundos la noche anterior a levantar los brazos de las escobillas.

La alternativa del cartón y por qué no siempre funciona

lluvia en la ciudad
Fuente propia/IA

Seguro que has visto a otros vecinos que, en lugar de levantar las escobillas, colocan un cartón grande sobre la luna delantera sujeto con las puertas o con los propios limpiaparabrisas. Es verdad que es una técnica efectiva para evitar que se forme hielo sobre el cristal, y de paso protege las escobillas del contacto directo con la escarcha. Sin embargo, tiene sus inconvenientes. Si llueve antes de helar, el cartón se empapa y se queda pegado al cristal, creando una pasta de papel congelado muy difícil de quitar.

El método de levantar las escobillas es más limpio, más rápido y no requiere que lleves trastos en el coche. Es una solución elegante por su simplicidad. Llegas, las levantas y te vas. Al día siguiente, las bajas con cuidado y estás listo para arrancar.

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El mantenimiento preventivo que casi nadie hace con sus escobillas

escobillas limpiaparabrisas
Fuente: Agencias

Para que este truco sea efectivo, debes acompañarlo de un buen mantenimiento de las gomas. Aprovecha cuando levantes las escobillas para pasarles un paño húmedo y quitarles la suciedad acumulada, que hace que la goma se degrade más rápido.

También es vital que revises el nivel del líquido del limpiaparabrisas y te asegures de rellenarlo con un producto específico para invierno, que aguante temperaturas bajo cero sin congelarse. De nada sirve cuidar las escobillas si luego el líquido se convierte en un bloque de hielo dentro del depósito.

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Las escobillas se parecen en cierto modo a los neumáticos de tu coche. Son el único punto de contacto que te permite ver la carretera en condiciones adversas. No escatimes en su cuidado. Si ves que, a pesar de levantarlas por las noches, la goma está cuarteada o dura, cámbialas de inmediato. Un juego de escobillas nuevas es una inversión ridícula comparada con la seguridad que aportan.

La próxima vez que veas las escobillas de un coche levantadas, ya sabes cual puede ser la razón.

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