Hay colaboraciones que nacen del marketing y otras que parecen inevitables. La alianza entre Lancia y Eberhard & Co. pertenece claramente a la segunda categoría. Dos marcas europeas con más de cien años de historia, marcadas por la innovación técnica, el diseño y una profunda conexión con el automovilismo, vuelven a encontrarse para dar forma al reloj Lancia HF, una pieza de edición limitada que no mira al pasado con nostalgia, sino con la voluntad de proyectarlo hacia el futuro.
El punto de partida de esta colaboración es el renacimiento del emblema HF, uno de los símbolos más potentes del imaginario deportivo de Lancia. En la esfera del reloj reaparece el acrónimo High Fidelity, reinterpretado con una tipografía inclinada y acompañado por el inconfundible elefante rojo con la trompa levantada, emblema introducido en 1953 por Gianni Lancia como metáfora de fuerza, determinación y valentía. No es un detalle decorativo: es una declaración de intenciones que marca el regreso de la marca italiana al mundo del rally.
Mucha historia detrás
Las raíces comunes entre Lancia y Eberhard & Co. se hunden en los albores del siglo XX. Lancia fue fundada en 1906 por Vincenzo Lancia, uno de los ingenieros más visionarios de su tiempo, mientras que Eberhard & Co. había iniciado su andadura en 1887, consolidándose rápidamente como una de las casas relojeras más innovadoras de Suiza. Ambos nombres crecieron al ritmo de la modernidad industrial y técnica, entendiendo desde el principio que el progreso no estaba reñido con la elegancia.
En los años veinte y treinta, ese espíritu pionero se materializó en hitos que aún hoy se estudian. Lancia sorprendió al mundo con el Lambda, primer coche con carrocería autoportante, y más tarde con modelos como el Augusta y el Aprilia, que redefinieron la aerodinámica y la arquitectura automovilística. Al mismo tiempo, Eberhard & Co. avanzaba posiciones en la alta relojería con patentes clave y con la presentación, en 1919, de su primer cronógrafo de pulsera, un instrumento pensado para medir el tiempo con la misma precisión que exigían las competiciones automovilísticas.
La edad de oro de Lancia y Eberhard & Co.
Ni siquiera los años de guerra frenaron esa pulsión innovadora. En plena incertidumbre, nacieron propuestas revolucionarias como el Lancia Ardea o la colección Extra-fort de Eberhard & Co. La posguerra trajo consigo una edad de oro para ambas marcas: Aurelia y Flaminia se convirtieron en iconos del diseño italiano, mientras que relojes como el Scafograf, el Contograf o el Scientigraf consolidaron el prestigio técnico de la Maison suiza.
El vínculo con la competición se reforzó especialmente entre los años setenta y noventa. La marca italiana escribió algunas de las páginas más gloriosas del automovilismo con el Fulvia HF y, sobre todo, con el Delta HF 4WD y el Delta Integrale, acumulando títulos mundiales de rally y victorias legendarias. En paralelo, Eberhard & Co. supo resistir la crisis del cuarzo y reafirmar su compromiso con la relojería mecánica, rindiendo homenaje al automovilismo con colecciones como Tazio Nuvolari, que unían precisión técnica y cultura deportiva.
Un reloj exclusivo de Lancia
Hoy, ese legado compartido se reinterpreta en el reloj Lancia HF. Equipado con un movimiento mecánico automático y una caja de acero inoxidable de 41 milímetros, se ofrece con esfera azul, blanca o negra con acabado sunburst, índices luminiscentes y sutiles acentos rojos que evocan la competición. El fondo de la caja, grabado con el logotipo HF y el número de serie, recuerda su exclusividad: solo 120 unidades por cada versión.
Más que un objeto de coleccionista, este reloj simboliza una visión común: la de dos marcas que entienden el patrimonio no como un ancla, sino como un punto de partida. Igual que Lancia prepara su regreso al Mundial de Rally con el Ypsilon Rally2 HF Integrale, Eberhard & Co. demuestra que el tiempo, cuando se mide con pasión y coherencia, puede seguir marcando el ritmo del futuro.
Fotos: Lancia.
