El Kia Telluride 2027 llega con una misión clara: reafirmar su posición como uno de los SUV familiares más equilibrados del mercado norteamericano, pero con un aspecto y una tecnología que lo proyectan hacia el futuro. Con un diseño más robusto y proporciones más generosas, el nuevo Telluride no se limita a una actualización estética: redefine su carácter con un enfoque más audaz y la posibilidad —por primera vez— de incorporar un sistema de propulsión híbrido enchufable (PHEV).
Kia adelantó las primeras imágenes del modelo antes de su debut oficial en el Salón del Automóvil de Los Ángeles, que se celebra del 21 al 30 de noviembre. A simple vista, el nuevo Telluride rompe con su pasado y adopta un lenguaje de diseño más geométrico y musculoso, en línea con la identidad visual del eléctrico EV9, aunque sin perder su personalidad propia. Hace unas semanas ya adelantamos información sobre este modelo.
Una silueta más cuadrada y poderosa
La segunda generación del SUV mediano crece 58 milímetros en longitud y 75 en distancia entre ejes, lo que promete una cabina más espaciosa en las tres filas de asientos. También gana 25 milímetros de altura, lo que refuerza su presencia visual.

Las líneas ahora son más limpias y rectas, los pasos de rueda se ensanchan ligeramente y desaparece la curvatura del pilar D, una de las señas del modelo anterior. En su lugar, se impone un perfil más vertical y decidido. La parte frontal es, sin duda, la más llamativa —y polémica—, con una parrilla de gran tamaño que domina el conjunto y unos faros LED verticales que se extienden también a la zaga.
El acabado X-Pro, de orientación todoterreno, lleva esa agresividad un paso más allá: incorpora una parrilla de bloques más marcada, ganchos de remolque expuestos, barras de techo elevadas y neumáticos todo terreno, además de 231 milímetros de distancia libre al suelo. Su estética robusta lo sitúa como una alternativa natural para quienes buscan un SUV con verdadero espíritu aventurero.
Inspiración eléctrica en el interior
El habitáculo del nuevo Telluride refleja la influencia directa del EV9, el SUV eléctrico insignia de Kia. La cabina se estructura en torno a dos pantallas de 12,3 pulgadas, integradas dentro de un mismo marco rectangular que enfatiza la horizontalidad del diseño. El nuevo volante multifunción adopta una forma más moderna y minimalista, y la clásica palanca de cambios desaparece de la consola central para reubicarse en la columna de dirección, liberando espacio y aportando una sensación de mayor amplitud.

La combinación de materiales, la iluminación ambiental y el rediseño de los controles físicos refuerzan la idea de un Telluride más tecnológico, sofisticado y ergonómico. El incremento en tamaño se traduce también en un habitáculo más habitable para las tres filas, con mejores cotas para piernas y cabeza, y una mayor capacidad de carga.
Rumbo hacia la electrificación
Aunque Kia mantiene en secreto los datos definitivos hasta su presentación en Los Ángeles, las informaciones preliminares apuntan a una importante novedad mecánica. La marca estaría preparando la primera versión híbrida enchufable del Telluride, combinando un motor turbo de cuatro cilindros en línea de 2,5 litros con un sistema eléctrico que permitiría recorrer varios kilómetros en modo completamente eléctrico.

Este PHEV conviviría con una nueva generación del motor V6 de 3,5 litros, que entregaría 287 CV y 352 Nm de par. Ambas opciones estarían gestionadas por transmisiones automáticas de última generación y sistemas de tracción total opcionales.
Eso sí, Kia ha sido clara en un punto: el Telluride no ofrecerá versiones completamente eléctricas, ya que esa función corresponde al EV9, su hermano cero emisiones. De esta forma, la estrategia de la marca busca diferenciar claramente los universos térmico e eléctrico, manteniendo la esencia del Telluride como SUV familiar de largo alcance.
Más personalidad, más madurez
El Telluride 2027 deja atrás cualquier intento de discreción. Su diseño imponente y su nuevo lenguaje visual —particularmente en el frontal— marcarán conversación, pero también refuerzan la idea de que Kia ya no teme destacar. Su estética cuadrada y robusta se alinea con la tendencia global hacia los SUV de líneas sólidas, más inspirados en la funcionalidad que en la suavidad de las formas.
La llegada de esta segunda generación también coincide con el proceso de maduración de la marca Kia, que ha pasado en pocos años de ser una opción racional a convertirse en un referente de diseño, innovación y calidad percibida. El Telluride fue clave en ese cambio desde su debut en 2019, y ahora, con esta nueva entrega, promete consolidar su legado.
El futuro inmediato

Kia ha confirmado que las ventas del nuevo Telluride —incluyendo la versión X-Pro— comenzarán a principios de 2026 en el mercado norteamericano, según informan nuestros compañeros de Carscoop. El Salón de Los Ángeles será el escenario donde se revelen sus especificaciones técnicas completas, así como las variantes mecánicas que acompañarán su lanzamiento.
Con el Telluride 2027, la marca coreana demuestra que un SUV familiar no tiene por qué ser convencional. Más grande, más tecnológico y más expresivo que nunca, este modelo representa la evolución natural de una fórmula que combina confort, capacidad y personalidad. Un SUV que ya no busca pasar desapercibido, sino reafirmar el nuevo rostro de Kia: valiente, moderno y seguro de sí mismo.








