comscore
sábado, 22 noviembre 2025

Hace 60 años Juan Carlos I conducía este Lamborghini que ahora puede ser tuyo por 300.000 euros

Un Lamborghini histórico que condujo Juan Carlos I sale ahora a la venta. Su precio ronda los 300.000 euros y su estado es excepcional. Una pieza única para coleccionistas que combina leyenda, diseño y singularidad.

Hay coches que son piezas de colección… y luego están los que forman parte de la historia. El Lamborghini del que hoy hablamos pertenece a esta segunda categoría: un deportivo único que, además de ser una joya mecánica, tiene un valor añadido imposible de replicar. Y es que, hace seis décadas, Juan Carlos I lo condujo en sus años de juventud, mucho antes de convertirse en Rey de España. Hoy, este vehículo vuelve a estar en el mercado y podría acabar en manos de un coleccionista que esté dispuesto a invertir alrededor de 300.000 euros.

No se trata de cualquier modelo. Estamos hablando de uno de los Lamborghini más icónicos de los años 60, perteneciente a una etapa en la que la marca italiana buscaba consolidarse como alternativa real a Ferrari. A lo largo del tiempo, esta pieza ha sobrevivido a modificaciones, restauraciones y décadas de historia, hasta llegar a convertirse en una rareza muy cotizada. Su conexión directa con Juan Carlos I solo ha hecho que su valor aumente y que la historia detrás de él resulte aún más magnética para los amantes de los clásicos.

3
El atractivo mecánico: un V12 que marcó una era

fuente: Lamborghini

El corazón de este coche es uno de los primeros motores V12 producidos por Lamborghini, un hito en la historia del automovilismo. Estos propulsores no solo ofrecían una potencia considerable para su tiempo, sino que también tenían un sonido característico que hoy sigue poniendo la piel de gallina a cualquier aficionado.

Publicidad

Este V12 fue diseñado para ofrecer:

  • Un empuje lineal y contundente.
  • Una entrega de potencia suave pero progresiva.
  • Una fiabilidad sorprendente para la tecnología de la época.

Conducir este modelo es viajar a una etapa en la que los coches no estaban saturados de electrónica, donde el tacto mecánico era directo y donde cada movimiento del conductor se reflejaba fielmente en el comportamiento del coche. Para muchos, este tipo de conducción representa la esencia del automovilismo clásico.

Publicidad

Por eso, poseer un Lamborghini con estas características —y además con la conexión histórica de Juan Carlos I— es algo prácticamente irrepetible.

Publicidad