En un mercado automovilístico dominado por la tecnología, los coches eléctricos y las motos conectadas, hay un fenómeno que crece silenciosamente y que pocos esperaban: el auge de las motos clásicas. Lo que antes era una afición reservada a unos pocos nostálgicos del motor se ha transformado en una auténtica oportunidad de inversión. Cada vez son más los que descubren que, además de despertar pasiones, estas joyas sobre dos ruedas pueden ofrecer una rentabilidad que sorprende incluso a los expertos.
Jesús Martínez, de 45 años y dedicado desde hace más de dos décadas a la compraventa de vehículos, lo tiene claro: “Comprarse una moto clásica se está convirtiendo en un negocio redondo”. Según explica, el mercado ha cambiado radicalmente en los últimos años, impulsado por la escasez de modelos bien conservados, la búsqueda de exclusividad y el valor emocional que muchos aficionados asocian a las motos de su infancia o juventud.
3Las motos clásicas más buscadas del momento
El boom del mercado clásico ha puesto de moda ciertos modelos que hoy son auténticos objetos de deseo. Entre las motos más codiciadas están las Honda CB750, considerada una de las primeras superbikes de la historia; la BMW R90S, con su inconfundible diseño de los 70; o la Ducati 900 SS, símbolo del estilo italiano.
En el mercado español, las joyas patrias tienen también un papel protagonista. Las Bultaco Sherpa, las Montesa Impala y las Derbi Antorcha son auténticas piezas de museo para muchos coleccionistas. Su atractivo no solo radica en su valor histórico, sino también en su conexión emocional con una generación entera de motoristas. Jesús añade un dato curioso: “En los últimos años también se han revalorizado las motos de los 80 y 90, que hasta hace poco no se consideraban clásicas. Modelos como la Yamaha RD350, la Suzuki GSX-R750 o la Kawasaki ZXR400 están subiendo mucho de precio porque quienes las soñaron de jóvenes ahora tienen poder adquisitivo para comprarlas.”







