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miércoles, 5 noviembre 2025

Jesús (45), compraventa de vehículos: ‘comprarse una moto clásica se está convirtiendo en un negocio redondo’

Las motos clásicas han pasado de ser un capricho sentimental a una inversión con gran potencial de revalorización.

En un mercado automovilístico dominado por la tecnología, los coches eléctricos y las motos conectadas, hay un fenómeno que crece silenciosamente y que pocos esperaban: el auge de las motos clásicas. Lo que antes era una afición reservada a unos pocos nostálgicos del motor se ha transformado en una auténtica oportunidad de inversión. Cada vez son más los que descubren que, además de despertar pasiones, estas joyas sobre dos ruedas pueden ofrecer una rentabilidad que sorprende incluso a los expertos.

Jesús Martínez, de 45 años y dedicado desde hace más de dos décadas a la compraventa de vehículos, lo tiene claro: “Comprarse una moto clásica se está convirtiendo en un negocio redondo”. Según explica, el mercado ha cambiado radicalmente en los últimos años, impulsado por la escasez de modelos bien conservados, la búsqueda de exclusividad y el valor emocional que muchos aficionados asocian a las motos de su infancia o juventud.

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Un mercado en plena revalorización

fuente: propia

El mercado de las motos clásicas vive un momento dorado. Según datos del sector, los precios de modelos restaurados o en estado original han subido hasta un 40% en los últimos cinco años. Modelos que hace una década apenas costaban unos pocos miles de euros hoy se venden por cifras que superan con creces los 10.000 o incluso 20.000 euros.

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Jesús explica que esta tendencia se debe a una combinación de factores: “Cada vez hay menos unidades disponibles en buen estado, y las que existen se revalorizan año tras año. La gente está dispuesta a pagar más por tener una moto con historia, bien restaurada y con piezas originales. Además, muchas marcas han dejado de fabricar motores o diseños que hoy son irrepetibles, y eso aumenta su valor de colección.”

No se trata solo de Harley-Davidson o Ducati. Marcas españolas como Bultaco, Montesa o Derbi, que marcaron una época en los años 60 y 70, también viven un renacimiento en el mercado de segunda mano. Las restauraciones cuidadas y la búsqueda de componentes originales se han convertido en un auténtico arte, con talleres especializados que trabajan con mimo para devolver el esplendor a motos que llevaban décadas olvidadas.

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