La llegada de la baliza V16 supone un giro profundo en la forma de entender la seguridad vial en España. A partir del 1 de enero del 2026, este pequeño dispositivo sustituirá de manera definitiva a los tradicionales triángulos de emergencia, marcando un antes y un después en las carreteras. La promesa es clara: menos atropellos, menos riesgos innecesarios y más información en tiempo real para todos los conductores.
En este contexto, la opinión de quienes trabajan cada día en la seguridad del vehículo cobra un valor especial. Luis es inspector en una estación de ITV y, desde su experiencia, lanza una reflexión que invita a pensar más allá del corto plazo: «Llegará el día en que la V16 tenga que superar su propia inspección». Una frase que resume bien el debate que se abre con la implantación de este nuevo sistema.
5La V16 vista desde la ITV
Actualmente, la ITV no contempla una verificación específica del funcionamiento de la baliza V16. Pero en el sector ya se empieza a debatir sobre su futuro control. Luis lo tiene claro: «Estamos hablando de un elemento de seguridad vial, y todo lo que afecta a la seguridad acaba pasando por la inspección tarde o temprano».
Es lógico. Si la V16 tiene una vida útil limitada por la conectividad y depende de que sus componentes funcionen correctamente, llegará un momento en el que habrá que comprobar su estado. No se trataría de una inspección compleja, pero sí de verificar que el dispositivo sigue operativo y dentro de su periodo de validez.







