Pasar la ITV es, para muchos conductores, uno de los momentos más temidos del año. Esa inspección rutinaria que busca garantizar la seguridad y la sostenibilidad de los vehículos en circulación se convierte, en muchas ocasiones, en un trámite que acaba en disgusto: segundas visitas, reparaciones inesperadas y la sensación de que el coche “se ha hecho mayor” de la noche a la mañana. Lo cierto es que en España alrededor de un 18-20 % de los vehículos no superan la inspección a la primera.
La buena noticia es que gran parte de esos fallos se pueden prever y detectar antes de acudir a la estación. Con un poco de atención y unas comprobaciones básicas desde casa, cualquier conductor puede adelantarse a los problemas y evitar sorpresas que, además de retrasar la rutina, suponen un gasto extra. Aquí repasamos los 10 fallos más comunes que tiran coches para atrás en la ITV y cómo detectarlos con antelación.
1Emisiones contaminantes: el enemigo número uno

El control de gases es uno de los puntos más exigentes de la ITV. Problemas en el catalizador, el filtro de partículas (DPF) o la sonda lambda suelen disparar el nivel de emisiones. Los síntomas más habituales son la luz de motor encendida, un consumo de combustible más alto de lo normal o tirones al acelerar.
En casa puedes realizar una pequeña prevención: cambia el filtro de aire con regularidad y evita trayectos demasiado cortos en los que el motor no alcanza su temperatura óptima. Si aun así notas síntomas persistentes, conviene acudir a un taller antes de la inspección.