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martes, 30 septiembre 2025

El Isuzu D-Max estrena motor diésel 2.2 y cambio automático de 8 velocidades

El motor 1.9 turbodiésel del Isuzu D-Max ha comenzado a ser reemplazado en algunos mercados por una evolución de 2,2 litros que ofrece su mismo nivel de potencia (163 CV) pero incrementa su cifra de par motor hasta los 400 Nm, asociado a un cambio automático de 8 velocidades.

El Isuzu D-Max 2.2 model-year 2025.2 acaba de iniciar su comercialización en Australia y podría llegar a Europa en los próximos meses, lo que siempre es una grata noticia para los usuarios de pick ups y todoterrenos puros, mercado cuya oferta se encuentra muy limitada por el Reglamento (UE) 2019/631 o “Ley de los 95 gramos”.

El nuevo motor turbodiésel de cuatro cilindros y 2,2 litros (RZ4F-TC), que desarrolla 120 kW (163 CV) y 400 Nm de par motor, está llamado a sustituir al actual 1.9 (RZ4E-TC) que actualmente se comercializa en Europa, prometiendo mejoras significativas de rendimiento y refinamiento.

La presentación australiana del Isuzu D-Max 2.2 adelanta lo que previsiblemente llegará al mercado español en los próximos meses. Este nuevo propulsor representa una evolución notable respecto al motor de 1,9 litros que actualmente equipan las versiones comercializadas en nuestro país, manteniendo el mismo nivel de potencia máxima pero aumentando el par motor en 40 Nm (de 360 a 400 Nm); cifras que, aunque puedan parecer modestas sobre el papel, deberían resultan significativas en la utilización real del vehículo, especialmente bajo condiciones de carga.

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Es importante señalar que, aunque en Australia el D-Max se ofrece también con un motor de 3,0 litros que entrega 140 kW (190 CV) y 450 Nm (4JJ3-TCX), este propulsor más potente no forma parte de los planes de comercialización para Europa. El mercado español continuará teniendo acceso exclusivamente a la más eficiente variante de menor cilindrada, que pronto podría verse actualizada a 2,2 litros al aumentar tanto su diámetro (que pasa de 80 mm a 83 mm) como su carrera (la cual crece desde los 94,4 mm hasta los 100 mm), manteniendo así una estrategia de gama que prioriza la eficiencia y el cumplimiento de normativas de emisiones sobre las prestaciones absolutas.

El Isuzu D-Max estrena motor diésel 2.2 y cambio automático de 8 velocidades
El Isuzu D-Max promete mejorar sus capacidades todoterreno con el incremento de par motor y la caja de 8 velocidades.

Mejoras sustanciales en entrega de par y transmisión para el Isuzu D-Max 2025.5

Una de las evoluciones más significativas del nuevo motor del Isuzu D-Max reside en su curva de entrega de par. El propulsor RZ4F genera 255 Nm desde apenas 1.000 rpm, lo que representa un incremento del 60 % respecto al motor 1.9 saliente en ese rango de revoluciones cercano al régimen de ralentí.

Esta característica resultará fundamental para un vehículo diseñado para el trabajo, ya que debería proporcionar respuesta inmediata desde casi el ralentí, facilitando maniobras con carga, arranques en pendiente y situaciones de uso todoterreno donde la respuesta a bajas revoluciones, marcando la diferencia entre superar un obstáculo o quedar inmovilizado o, al menos, sufrir para lograrlo.

El par máximo de 400 Nm se mantiene disponible en un amplio rango, entre 1.600 y 2.400 rpm, mientras que la potencia máxima, de 163 CV, se alcanza a 3.600 rpm, lo que nos indica también que el declive entre las 2.400 vueltas (cuando el motor comienza a dejar de ser lo más eficiente posible) y las 3.600 vueltas (cuando el motor alcanza su mayor rendimiento absoluto) es pequeño, ya que la mayor velocidad de rotación a ese régimen compensa con creces el decrecimiento de la eficiencia.

Esta configuración, al menos sobre el papel y a falta de una prueba en condiciones reales, promete favorecer una conducción relajada y eficiente en carretera, donde el motor trabaja en zonas de bajo régimen sin necesidad de revolucionarlo para obtener prestaciones adecuadas.

La segunda gran novedad mecánica asociada al Isuzu D-Max 2.2 es la adopción de una nueva transmisión automática de ocho velocidades que sustituye al cambio manual o automático de seis marchas.

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El Isuzu D-Max estrena motor diésel 2.2 y cambio automático de 8 velocidades

Esta evolución técnica implica que, al menos en las versiones del Isuzu D-Max equipadas con el motor 2.2, la opción de cambio manual desaparecerá del catálogo, una decisión que refleja la evolución del mercado, donde las transmisiones automáticas han ganado progresivamente cuota hasta convertirse en la opción mayoritaria, especialmente en vehículos destinados al uso profesional donde el confort de conducción en trayectos largos resulta determinante, y la fiabilidad que han alcanzado estas transmisiones es también un factor a tener en cuenta.

Aunque el comunicado oficial no lo comenta, la nueva caja automática es una Aisin LB500 Rev-Tronic. La anterior, de 6 velocidades, era también de Aisin. Dicho esto, en variantes específicas como la versión para China se ha usado también una caja ZF de 8 velocidades, si bien el modelo estándar global recurre a la transmisión japonesa.

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Capacidad de remolque incrementada en toda la gama del Isuzu D-Max

Una de las mejoras más significativas que trae consigo el nuevo motor afecta directamente a una de las capacidades más valoradas en un pick up: la de remolque. Con la introducción del Isuzu D-Max 2.2, toda la gama australiana alcanza una capacidad de remolque con freno de 3.500 kilos, independientemente de la versión o configuración elegidas. Esta homogeneización al alza constituye un hito importante para Isuzu, demostrando que el nuevo propulsor puede asumir las mismas exigencias que el motor 3.0 de mayor cilindrada.

Aunque Isuzu Australia cita un consumo combinado desde 6,3 litros cada 100 kilómetros para el nuevo motor Isuzu D-Max 2.2, estas cifras corresponden al ciclo de homologación australiano y no son directamente extrapolables al mercado europeo, donde se aplica el protocolo WLTP, con metodología diferente. No obstante, la tendencia es clara: el nuevo propulsor ofrece mejoras en eficiencia respecto al 1.9 saliente, a pesar de ofrecer mayor potencia y par motor.

El Isuzu D-Max estrena motor diésel 2.2 y cambio automático de 8 velocidades

Dicho todo esto, hay un dato que deliberadamente hemos dejado para el final, y es que la versión del Isuzu D-Max presentada en Australia cumple con la normativa de Emisiones Euro 5, en lugar de la Euro 6d vigente actualmente en nuestro mercado. No obstante, a priori el motor cuenta con el hardware necesario para cumplir con la Euro 6d, incluido un filtro de partículas, un catalizador RCA y el correspondiente depósito de AdBlue, de 15 litros.

Así que el ajuste de Euro 5 a Euro 6d podría implicar que los 163 CV o los 400 Nm no sean tales, y que el consumo esté bastante por encima de esos optimistas 6,3 l /100 km, situándose más bien en el entorno de los 8,5 o 9,0 l/100 km, cifras más realistas para un modelo de sus características.

En cualquier caso, la llegada del Isuzu D-Max 2.2 al mercado español supondría una evolución bienvenida para un vehículo que ha sabido ganarse el respeto de usuarios profesionales y particulares gracias a su reputación de fiabilidad, capacidades off-road (especialmente tras recuperar el bloqueo mecánico del diferencial trasero) y relación calidad-precio. El incremento en prestaciones, especialmente en la entrega de par a bajas revoluciones, mejorará sustancialmente la experiencia de uso tanto en situaciones de carga como en conducción todoterreno.

El D-Max y su hermano todoterreno de siete plazas, el MU-X (que lamentablemente no se ofrece en Europa, aunque podría ser un éxito abrumador), continuarán representando una alternativa sólida y pragmática en un segmento cada vez más competitivo, donde rivalizan con propuestas consolidadas como el Ford Ranger, el Toyota Hilux o el Mitsubishi L200.

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