En la estación de servicio donde trabaja desde hace más de una década, Nerea ha escuchado de todo: que la gasolina sube por culpa del petróleo, de los impuestos, de la inflación o incluso «de las guerras que quedan lejos, pero se pagan aquí». Sin embargo, nunca antes había notado tanta preocupación entre los conductores como ahora que Bruselas ultima un nuevo impuesto que puede subir el precio del combustible a los 2 €.
Aunque no llegará mañana, el cambio ya tiene fecha: 2027. Y muchos consumidores, autónomos y empresas ya se preguntan cómo les afectará. En este artículo, analizamos la medida de la mano de expertos, reguladores y la experiencia diaria de quienes, como Nerea, ven desde primera línea cómo cada subida transforma el ánimo de los conductores.
1El nuevo impuesto europeo que hará más caro repostar
Para entender qué se avecina, hay que aclarar que el ETS2 no es un impuesto tradicional. Es un sistema de comercio de emisiones que afectará, por primera vez, al transporte por carretera y a los edificios. Esta extensión del actual mercado de carbono obligará a los distribuidores de carburantes a comprar derechos de emisión por cada tonelada de CO2 generada. Bruselas lo tiene claro: quien contamina, paga.
Pero aunque no se trate de un impuesto directo, el coste acabará trasladándose al consumidor final. Desde el particular que se mueve con su utilitario hasta el camionero autónomo o la pequeña empresa con una flota de reparto. La gente me pregunta si es real o solo un rumor. Pero ya se habla tanto del tema que creo que todos intuimos que llenar el depósito será más caro«, comenta Nerea mientras señala la pantalla del surtidor.







