La baliza V16 lleva meses siendo el centro de atención por muchos motivos. Está claro que todos sabemos que el 1 de enero será el único elemento de señalización obligatorio, y que debe estar conectado a la web DGT 3.0, y si a estas alturas todavía no tienes tu baliza, mañana será el último día para hacerte con ella sin arriesgarte a una multa.
Pero esto no es lo único. De hecho, lo más polémico es la capacidad de estas balizas para ser vistas cuando se ponen en funcionamiento. Cientos de usuarios están compartiendo vídeos en redes sociales generando un debate encarnizado sobre si estamos ante un avance real o un paso atrás en visibilidad.
La prueba en redes sociales que desmonta la teoría de la visibilidad a 1 kilómetro
@el.n0ta Tú ves algo????
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Este revuelo nace de la experiencia de usuarios que han decidido poner a prueba de verdad su baliza V16. En plataformas como TikToko Instagram se han viralizado en las últimas semanas cientos de vídeos que dejan en muy mal lugar a estas balizas luminosas cuando el sol está en lo más alto.
Casi todos los vídeos muestran los mismos resultados, aunque sean modelos de balizas diferentes. En las imágenes se puede ver cómo el usuario coloca la luz V16 en el techo de su vehículo tras una avería y graba si la luz se ve o no.
El resultado de esta prueba casera es preocupante para cualquier conductor que lo vea. A medida que el usuario se aleja apenas unos metros del coche, la luz, que se supone debe advertir del peligro a un kilómetro de distancia, desaparece casi por completo. Tienes que hacer un esfuerzo para intuir que hay algo parpadeando sobre el techo del vehículo.

La indignación en los comentarios no se ha hecho esperar, con miles de conductores preguntándose cómo es posible que un dispositivo de seguridad homologado ofrezca un rendimiento tan pobre.
La situación que plantean estos vídeos virales pone de manifiesto una vulnerabilidad que quizás no se había tenido tan en cuenta en los despachos donde se redactan las normativas. Si un conductor no ve la señal de avería hasta que está a pocos metros del coche detenido, el tiempo de reacción se reduce, aumentando las posibilidades de una colisión por alcance. La viralidad de estos contenidos demuestra que la preocupación es real y compartida por una masa de usuarios que sienten que se les está obligando a comprar un dispositivo que al final no parece servir para nada.
Qué dice la normativa y la confusión con las fechas
La normativa ha ido cambiando y adaptándose, lo que ha generado una confusión generalizada que no ayuda a calmar los ánimos. Ahora mismo nos encontramos en un periodo de convivencia, y la DGT ha dicho que se podrán seguir usando los triángulos, pero solo como complemento a la baliza V16, que es el dispositivo obligatorio.
La DGT insiste en que las luces homologadas cumplen con unos requisitos técnicos de intensidad lumínica (candelas) que han sido probados en laboratorios. Pero claro, el laboratorio es un entorno controlado y la carretera es una historia muy diferente. La discrepancia entre la homologación técnica y la percepción real del usuario es lo que está alimentando esta controversia.
Recomendaciones con la baliza V16 para no jugártela en la carretera
Viendo el panorama, la mejor postura que puedes adoptar es la de prudencia máxima. Aunque la baliza V16 sea mucho más cómoda y segura de colocar, en un caso de avería en un lugar con muy mala visibilidad o en una recta con sol de cara donde la luz naranja pueda pasar desapercibida, tener la opción de reforzar la señalización nunca está de más, siempre y cuando puedas colocarlos sin ponerte en peligro.
Al final, la tecnología está para ayudarnos, pero la transición nunca es sencilla. Los vídeos virales cumplen una función social de denuncia muy útil para que tanto la DGT como los fabricantes se pongan las pilas y mejoren la intensidad de los dispositivos. Puede que gracias a estas quejas veamos en el futuro balizas con una potencia muy superior, que se vean de verdad a una distancia interesante. Hasta entonces, conduce con precaución y, sobre todo, usa el sentido común cuando te toque detenerte en el arcén.








