Poca gente tiene la costumbre de hacerlo, pero si eres de los que da las gracias cuando te dejan pasar en un paso de peatones, la psicología tiene algo que contarte. Lo reconocen varios estudios psicológicos y es un pequeño gesto que dice de ti mucho más de lo que crees.
«En consulta lo vemos mucho. Las personas que hacen este tipo de gestos suelen tener una relación más calmada con el entorno, sin percibir a los demás como una amenaza«, explica Noelia. Lo cierto es que el tráfico y la movilidad no suelen ir acompañados de buenas palabras ni de una actitud solidaria con el resto.
Todo lo contrario, porque también hay estudios que señalan que conducir suele sacar nuestra parte más agresiva. En este caso, una psicóloga explica el detalle que se esconde detrás de sonreír o de dar las gracias con la mano cuando un coche se para en un paso de peatones.
1¿Qué dice la psicología cuando un peatón da las gracias al cruzar?
En la psicología social, los gestos de gratitud o de agradecimiento suelen ser indicadores de regulación emocional, es decir, cómo una persona interpreta (y responde) lo que ocurre a su alrededor. De hecho, hay algunas investigaciones sobre gratitud y bienestar, como las desarrolladas en el ámbito de la psicología positiva, que muestran que agradecer de forma consciente las pequeñas acciones reduce el estrés y refuerza la sensación de control. Si tienes un problema no va a desaparecer, pero sí que cambia el foco.
Aplicado a los peatones ocurre lo mismo. Habrá quien que piensen que no tienen que dar las gracias porque la obligación del conductor es pararse al no tener la prioridad. Pero responder de manera amable y agradecer «es un ejemplo claro de reevaluación cognitiva».
Este proceso, además, implica estar presente en lo que ocurre, pues para poder agradecer hay que mirar, darse cuenta de que el coche ha frenado y responder. Parece evidente, pero Noelia lo destaca porque muchas veces vivimos en piloto automático y las prisas nos impiden darnos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor.
Los estudios psicológicos indican que estas microinteracciones están asociadas a una vida más satisfactoria, con menos carga emocional y menos niveles de estrés. Lo traduce, de hecho, como una manera flexible de gestionar una situación que podría ser tensa. Por ejemplo, si un coche tiene que pegar un frenazo para dejar pasar a un peatón, puedes responder de manera violeta y agresiva o puedes agradecer por hacerlo, y esta segunda opción es la que mejor habla de ti, como peatón y como persona.







