Durante años, Elena, informática y usuaria intensiva del coche por trabajo, ha convivido con dos de las aplicaciones más populares para navegar por carretera: Google Maps y Waze. Como muchos conductores, empezó usándolas de forma indistinta, probando cuál se adaptaba mejor a sus trayectos diarios, a su estilo de conducción y, sobre todo, a su necesidad de información rápida y precisa.
Ahora, con miles de kilómetros acumulados, ha llegado a una conclusión clara. Una decisión fruto del análisis minucioso que solo alguien acostumbrado a la tecnología y al detalle podría brindar. Hemos hablado con ella para conocer cuál es su elección definitiva y por qué considera que una de estas herramientas es la aplicación que marca la diferencia detrás del volante.
4Diseño, uso diario y detalles que importan
Aunque su decisión se basa en aspectos prácticos, también reconoce que el diseño y la experiencia de usuario influyen. Google Maps es más sobria, más formal, más orientada a la información general. Funciona para prácticamente todo, pero no siempre ofrece la sensación de inmediatez que ella busca al conducir.
Waze, en cambio, es más dinámico y social. Todo está pensado para mantener al conductor involucrado: desde los iconos de incidencias hasta poder personalizar la voz del asistente. Y es justo esa cercanía lo que le ha hecho sentir que la aplicación está realmente diseñada para quienes pasan horas al volante. «Si vas a usar algo todos los días, debe resultarte cómodo, rápido y agradable», explica. Y en eso, Waze toma ventaja.








