La seguridad, durante décadas asociada a cinturones, airbags y estructuras de deformación, ha entrado en una nueva dimensión. Y Geely Auto Group ha decidido situarse en el centro de ese cambio con la inauguración del Geely Safety Centre, una instalación sin precedentes que ya ostenta el título de mayor y más avanzada del mundo en su especialidad.
Con 45.000 metros cuadrados dedicados exclusivamente a la investigación y validación de sistemas de seguridad, y una inversión inicial superior a los 2.000 millones de yuanes (242.318.000 euros), el grupo chino eleva el listón de lo que significa proteger a las personas en la era del vehículo inteligente.
El nuevo centro no es solo una suma de laboratorios, pistas y túneles de ensayo. Es una declaración estratégica. En un momento en el que el automóvil se transforma en una plataforma tecnológica sobre ruedas, Geely plantea un enfoque de ‘seguridad integral’ que va mucho más allá de los estándares tradicionales.
Seguridad global de Geely
Aquí se prueban desde impactos a alta velocidad y protección de peatones hasta simulaciones avanzadas de sistemas de asistencia, seguridad de baterías y nuevos sistemas de propulsión eléctrica. Todo ello bajo un mismo techo y con una ambición claramente global.

Uno de los grandes saltos cualitativos del Geely Safety Centre está en el terreno digital. La instalación incorpora capacidades avanzadas de ciberseguridad, certificadas bajo estándares CNAS, para evaluar vulnerabilidades en chips, firmware, transmisión y encriptación de datos, actualizaciones OTA, sensores y controladores del vehículo. En un contexto donde el coche conectado es también un potencial objetivo de ataques, Geely entiende que la seguridad ya no es solo mecánica: es también informática.
Pero el concepto de protección que defiende la marca no se detiene ahí. La salud humana y el impacto ambiental forman parte central de esta nueva visión. Un ejemplo singular es el llamado equipo ‘Golden Nose’, especializado en la detección de materiales volátiles, olores y sustancias nocivas en el interior de los vehículos. Su objetivo es garantizar un estándar de ‘cero gases u olores dañinos’, una faceta menos visible de la seguridad, pero cada vez más relevante para el bienestar de los usuarios.
El laboratorio más grande del mundo
La magnitud del Geely Safety Centre se refleja también en cifras récord. El complejo alberga el laboratorio de seguridad automotriz más grande del mundo, la pista interior de crash tests más larga jamás construida y un túnel de viento de altitud y clima ajustable capaz de simular lluvia, nieve o radiación solar con vientos de hasta 250 km/h. A ello se suma una zona de impactos con ángulos variables entre 0 y 180 grados y la capacidad de realizar hasta 27 tipos distintos de pruebas, un alcance sin parangón en la industria.

Detrás de esta infraestructura hay una filosofía clara: no limitarse a cumplir las normativas, sino superarlas. Jerry Gan, CEO de Geely Auto Group, resume esta visión al recordar que la seguridad ha sido la prioridad número uno del grupo durante más de 30 años. El nuevo centro, afirma, abre un capítulo decisivo para establecer nuevos referentes en la era de los vehículos inteligentes, en beneficio no solo de Geely, sino de toda la industria y de los consumidores a nivel global.
Inversiones humanas y económicas
El proyecto refuerza además la colaboración con instituciones clave como el China Automotive Technology and Research Centre y la Universidad de Tsinghua, con las que el consorcio chino ha impulsado iniciativas como el Libro Blanco sobre el desarrollo de la seguridad en vehículos inteligentes. Una alianza entre industria y academia que busca anticiparse a los retos que plantea la electrificación y la digitalización del automóvil.
Tras invertir más de 250.000 millones de yuanes (30.289.750.000 euros) en I+D durante la última década, Geely consolida con este centro una estrategia a largo plazo. El Geely Safety Centre no es solo un edificio ni una colección de récords: es la base desde la que la marca aspira a ofrecer una movilidad más segura, inteligente y sostenible, y a redefinir lo que el mundo entiende hoy por seguridad automotriz. El gigante asiático no deja de crecer y va viento en popa (más información).








