El debate sobre si repostar gasolina barata afecta o no a la salud del motor del coche es casi tan antiguo como la proliferación de las estaciones de servicio low cost. Muchos conductores se preguntan si merece la pena pagar menos en el momento de llenar el depósito, o si esa decisión puede traducirse en un gasto mucho mayor a largo plazo en reparaciones.
En Motor16 hemos querido ir más allá de la percepción y los rumores, y para ello hemos hablado con Eduardo, un mecánico de 43 años con dos décadas de experiencia en talleres especializados. Su opinión es clara: “repostar gasolina low cost de manera habitual puede acortar la vida útil del motor frente a la premium”. Pero, ¿qué hay detrás de esta afirmación?
1La diferencia está en los aditivos

Todos los combustibles que se comercializan en España cumplen con unos estándares de calidad mínimos marcados por ley. Eso significa que, en teoría, la gasolina low cost es igual de válida para mover tu coche que la que venden las estaciones convencionales. Pero la clave está en lo que no se ve: los aditivos.
“En el taller lo notamos mucho”, afirma Eduardo. “Los coches que usan gasolina premium tienen menos acumulación de residuos en inyectores y válvulas. Esos aditivos extras actúan como un detergente que limpia el sistema de alimentación, y eso alarga la vida útil del motor. Con la low cost, ese beneficio desaparece o se reduce muchísimo”.