La eterna duda sobre si la gasolina barata es realmente de fiar vuelve a escena, pero esta vez con una respuesta contundente. La OCU ha llevado a cabo uno de los análisis más exhaustivos de los últimos años para comprobar si las estaciones de servicio low-cost ofrecen combustible comparable al de las grandes cadenas. El resultado es claro: sí, la gasolina barata es tan buena como las demás.
En el estudio se han analizado 80 muestras de gasolina y gasóleo procedentes de estaciones de servicio de todo tipo: grandes nombres, redes medianas, low-cost e incluso gasolineras de hipermercado. Todo bajo parámetros oficiales de calidad, pruebas de laboratorio y estándares europeos. Y el veredicto no deja lugar a dudas: repostar gasolina barata no solo es seguro, sino que también puede suponer un ahorro importante a final de año sin sacrificar calidad.
5¿Por qué casi toda la gasolina es, en realidad, la misma?
Un detalle que muchos conductores desconocen es que la mayoría del combustible vendido en España procede de las mismas ocho refinerías distribuidas por el país. Desde allí se envía a centros logísticos, donde los camiones cargan el producto que se acaba sirviendo en las distintas estaciones. Es decir, la gasolina que llega a una gran cadena y la que llega a una low-cost suele ser la misma.
Las diferencias, si las hay, surgen en el almacenamiento en los tanques de cada estación o en el uso de aditivos. Algunas grandes marcas añaden aditivos propios, mientras que muchas estaciones utilizan los estándar HQ300 y HQ400. Pero según el estudio de la OCU, no hay pruebas de que estos aditivos exclusivos mejoren el rendimiento del motor o reduzcan el consumo. Al menos, no a nivel medible y científicamente verificable.
Repostar combustible low-cost no solo es seguro, también es inteligente a nivel financiero. La OCU lo ha dejado bien claro: si buscas ahorrar sin comprometer el cuidado de tu vehículo, la gasolina barata es una opción absolutamente válida.








