La eterna duda sobre si la gasolina barata es realmente de fiar vuelve a escena, pero esta vez con una respuesta contundente. La OCU ha llevado a cabo uno de los análisis más exhaustivos de los últimos años para comprobar si las estaciones de servicio low-cost ofrecen combustible comparable al de las grandes cadenas. El resultado es claro: sí, la gasolina barata es tan buena como las demás.
En el estudio se han analizado 80 muestras de gasolina y gasóleo procedentes de estaciones de servicio de todo tipo: grandes nombres, redes medianas, low-cost e incluso gasolineras de hipermercado. Todo bajo parámetros oficiales de calidad, pruebas de laboratorio y estándares europeos. Y el veredicto no deja lugar a dudas: repostar gasolina barata no solo es seguro, sino que también puede suponer un ahorro importante a final de año sin sacrificar calidad.
4El gasóleo tampoco muestra diferencias entre caro y barato
El informe no se centró solo en la gasolina. La OCU también analizó el gasóleo con rigor bajo la norma EN 590. De nuevo, los resultados fueron homogéneos. Todas las muestras estaban dentro de los límites legales y no había relación alguna entre el precio y la calidad.
El punto de inflamación, el contenido de agua, la densidad y la capacidad de filtrado en frío resultaron adecuados en todos los casos. Incluso algunos de los mejores resultados del estudio correspondían a estaciones low-cost y de hipermercado, lo que confirma que repostar gasóleo barato es igual de seguro que hacerlo en estaciones premium. Cambia la factura, pero no la calidad.








