La eterna duda sobre si la gasolina barata es realmente de fiar vuelve a escena, pero esta vez con una respuesta contundente. La OCU ha llevado a cabo uno de los análisis más exhaustivos de los últimos años para comprobar si las estaciones de servicio low-cost ofrecen combustible comparable al de las grandes cadenas. El resultado es claro: sí, la gasolina barata es tan buena como las demás.
En el estudio se han analizado 80 muestras de gasolina y gasóleo procedentes de estaciones de servicio de todo tipo: grandes nombres, redes medianas, low-cost e incluso gasolineras de hipermercado. Todo bajo parámetros oficiales de calidad, pruebas de laboratorio y estándares europeos. Y el veredicto no deja lugar a dudas: repostar gasolina barata no solo es seguro, sino que también puede suponer un ahorro importante a final de año sin sacrificar calidad.
2Gasolina barata: ¿mito o realidad sobre su menor calidad?
Durante años ha flotado en el aire la idea de que la gasolina barata es de peor calidad o puede dañar el motor. Frases como “lo barato sale caro” han sembrado desconfianza entre muchos conductores. Sin embargo, el estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios desmonta esta percepción con datos objetivos y pruebas técnicas.
Para ello, la OCU tomó muestras de gasolina 95 y gasóleo normal en 80 estaciones de servicio de toda España. Siguiendo un proceso anónimo, extrajeron combustible directamente de la manguera, tal como lo recibe cualquier conductor. A continuación, se analizaron siete parámetros clave de calidad definidos por la normativa europea, como el nivel de azufre, densidad, presión de vapor y punto de ebullición. ¿El resultado? Todas las muestras cumplen con la normativa.
