Al repostar, la mayoría no pensamos demasiado en lo que entra realmente en el depósito. Confiamos en que la gasolina que sale de la manguera sea de calidad, cumpla con la normativa y cuide del motor. Pero no siempre es así. En ocasiones, por desgracia, el carburante puede estar manipulado y acabar convirtiéndose en un problema grave para nuestro coche y para nuestro bolsillo.
Recientemente, la Guardia Civil destapó una red que vendía combustible adulterado en varias gasolineras de bajo coste del Levante español. Lo ocurrido es un ejemplo claro de que estas prácticas existen. Y aunque no sea lo habitual, la amenaza está ahí, y conviene saber cómo detectar si nuestra gasolina es realmente lo que dice ser.
4Cómo protege tu coche la gasolina de calidad

La gasolina que cumple con los estándares europeos incorpora aditivos específicos para proteger el motor. Uno de los más importantes es el que evita que las pequeñas trazas de agua que siempre están presentes en el combustible acaben oxidando piezas metálicas. Además, contiene detergentes que ayudan a mantener limpios los inyectores y evitan la formación de carbonilla.
Cuando hablamos de gasolina adulterada, estos aditivos desaparecen o se sustituyen por compuestos de peor calidad. Ello se traduce en un deterioro acelerado del motor, mayores emisiones contaminantes y un consumo que puede dispararse sin que el conductor se dé cuenta. A medio plazo, el supuesto ahorro desaparece por completo.