El avance de la inteligencia artificial está transformando la manera en la que conducimos, aprendemos y entendemos la seguridad vial. Lo que hasta hace pocos años nos parecía tecnología futurista —coches que frenan solos, asistentes que leen las señales o sistemas que detectan la fatiga—, hoy forma parte del equipamiento habitual de muchos vehículos. Pero la innovación no se detiene y ahora llega otro salto: las gafas inteligentes diseñadas para mejorar la conducción.
Con más de quince años de experiencia dando clases, Sergio ha sido uno de los primeros en probar un prototipo de gafas con inteligencia artificial aplicadas al mundo del motor. Y su veredicto es claro: «Ayudan de verdad. No sustituyen al conductor, pero son como un compañero experto que te avisa cuando lo necesitas». ¿Hacia dónde se dirige la formación vial? ¿!– /wp:paragraph –>
5¿Es el futuro, o una moda pasajera?
Cuando preguntamos a Sergio si cree que estas gafas serán habituales dentro de cinco o diez años, no duda: «Van a quedarse. Igual que hoy nadie cuestiona los asistentes de frenada o los sensores de aparcamiento, en unos años nos parecerá normal que un sistema basado en inteligencia artificial supervise que conducimos de forma segura».
Por supuesto, todavía queda camino por recorrer. La ergonomía, la duración de la batería, el precio y la integración con los sistemas del coche son aspectos que todavía deben optimizarse. Pero el planteamiento es sólido y las ventajas son evidentes, especialmente en contextos educativos o profesionales.
