Has planeado esa escapada de fin de semana a la montaña desde hace meses. Tienes el alojamiento reservado, las maletas cargadas y la ilusión por las nubes. El camino es precioso, pero la Guardia Civil te manda parar y te pregunta si llevas cadenas. Con Feu Vert, esto no te supondrá un problema, ni tendrás que dar la vuelta para volverte a casa.
Y es que, cuando las carreteras se tiñen de blanco en invierno, lo principal es circular con seguridad. Por eso, las autoridades revisan que los conductores vayan equipados para no quedarse atrapados en caso de incidencia.
El invierno no perdona, y la carretera tampoco

Cuando se trata de conducir en invierno, muchos piensan que con ir despacio es suficiente. Pero la física tiene sus propias leyes, y el hielo no entiende de prudencia si no hay agarre. La DGT es muy clara al respecto y cuando las condiciones se ponen feas, la señal R-412 se convierte en la ley absoluta. Esta señal azul redonda con un neumático encadenado dibujado en blanco te obliga a poner cadenas si quieres seguir circulando. Si no las llevas, te enfrentas a una multa, o lo que es peor, a la imposibilidad de continuar tu camino y que tu coche se quede inmovilizado.
Algunos cometen el error de pensar que esto solo les pasa a los que viven en alta montaña, pero hoy en día te puede sorprender una nevada en cualquier momento, incluso en autovías, cuando llega una borrasca fuerte como las que hemos vivido en los últimos años.
El problema surge cuando te das cuenta de que necesitas equipamiento especial y recuerdas esas viejas cadenas metálicas, complicadas de poner, que heredaste de tu padre. O peor aún, que no llevas nada en el maletero porque pensaste que nunca te haría falta. Aquí es donde entra en juego la previsión, porque estar preparado para lo peor ya no significa gastar cientos de euros ni ocupar medio maletero con artilugios pesados.
Olvida las viejas cadenas metálicas

Seguro que has visto alguna vez a alguien intentando poner unas cadenas metálicas en medio de una ventisca. Es una escena dantesca donde los dedos se congelan, los eslabones se enredan como si tuvieran vida propia y la frustración crece a cada minuto que pasa bajo la nieve.
Estas cadenas son muy efectivas, nadie lo niega, pero también son ruidosas, transmiten vibraciones muy molestas a la dirección del coche y, sobre todo, son tremendamente complicadas de instalar si no tienes práctica. Además, si no las montas bien, pueden soltarse y causar daños graves en la carrocería de tu coche, en los frenos o en los sensores del ABS.
Por suerte, la tecnología en el mundo del motor avanza para hacernos la vida más fácil a los usuarios de a pie. La industria se dio cuenta de que hacía falta algo más amable, más sencillo y más compatible con los coches modernos, que cada vez tienen los pasos de rueda más estrechos y llantas más grandes. Así nacieron las cadenas textiles para nieve, una revolución que ha democratizado la seguridad invernal. Y es aquí donde la oferta que tiene Feu Vert es justo lo que necesitabas para borrar de tu mente el miedo a la nieve.
La solución que Feu Vert pone a tu alcance

Las fundas textiles para nieve de Feu Vert que puedes encontrar en su catálogo tienen un precio inferior a los 50 euros. Este producto es una genialidad por su simplicidad, ya que es lo más parecido a ponerle un calcetín a la rueda de tu coche. Estas fundas están fabricadas con un tejido técnico ultra resistente que se adhiere a la nieve y al hielo de una forma sorprendente, garantizando la tracción que necesitas para salir del apuro y continuar tu viaje con seguridad.
Feu Vert ha sabido leer las necesidades del conductor medio, que quiere seguridad, pero no complicaciones. Estas cadenas textiles son la respuesta perfecta porque aúnan tecnología, precio y usabilidad. Por menos de 50 euros, te llevas un juego de dos cadenas que vienen en una bolsa compacta, ligera y fácil de guardar en cualquier rincón del maletero, lista para ser usada cuando la necesites.
Pero hablemos de ventajas. Lo primero es la facilidad de montaje, un factor decisivo cuando estás a bajo cero en el arcén de una carretera. Para ponerlas, solo tienes que estirar la funda sobre la parte superior del neumático, avanzas el coche medio metro hacia adelante y terminas de cubrir el resto de la rueda. Ya está. Se centran solas en cuanto empiezas a rodar unos metros. Sin tensores, sin ganchos y sin dejarte la piel de los nudillos en el intento.
Otro punto a favor es la suavidad de conducción. Con las cadenas metálicas parece que vas conduciendo un tractor antiguo; todo vibra y hace ruido. Con las cadenas textiles de Feu Vert, la conducción es suave y silenciosa. No notarás esos golpes continuos, lo que reduce la fatiga y el estrés al volante en una situación que ya de por sí es tensa. Además, son compatibles con los sistemas de seguridad electrónica de tu coche, como el ABS y el ESP, ya que no interfieren con los sensores situados detrás de la rueda.
Además, las llantas de Feu Vert son lavables y reutilizables, así que cuando llegues a casa después de tu viaje, puedes meterlas en la lavadora o darles un manguerazo para quitarles la sal y la suciedad, dejándolas listas para la próxima aventura.
Como ves, la diferencia entre un fin de semana inolvidable y uno de pesadilla son menos de 50 euros. Es una inversión ridícula si la comparas con la seguridad que aporta y la tranquilidad que te da saber que estás preparado para lo que venga. No esperes a ver los copos caer para acordarte de esto. Aprovecha ahora, revisa la medida de tus neumáticos y hazte con ellas antes de que llegue el temporal.







