Laura es profesora de secundaria y conduce a diario para ir a trabajar. Como muchos conductores, siempre ha procurado llevar su coche en buen estado, cumplir con las revisiones y no complicarse con temas mecánicos. Por eso, cuando decidió cambiar un faro que se había deteriorado con el tiempo, jamás imaginó que esa reparación aparentemente sencilla le acabaría suponiendo un problema serio en la ITV.
Su sorpresa llegó el día de la inspección técnica. Todo parecía ir bien hasta que el técnico le dijo que el vehículo no superaba la ITV debido a ese nuevo faro. «Me quedé alucinada», reconoce. «Era un faro nuevo, instalado en un taller, y pensé que con eso era suficiente». El caso de Laura no es una excepción y sirve como ejemplo de una realidad que muchos conductores desconocen.
6Sanciones, seguridad y la importancia de informarse
Circular con un vehículo modificado sin haber pasado la ITV correspondiente puede acarrear sanciones económicas importantes, que van desde los 200 hasta los 500 €. Además, existe el riesgo de inmovilización del vehículo y, en caso de accidente, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños si detecta reformas no legalizadas.
Por eso, desde AECA-ITV recomiendan informarse antes de realizar cualquier cambio y aprovechar la posibilidad de pasar la ITV hasta un mes antes de su caducidad. Tener la inspección en regla no solo evita multas: es una garantía de seguridad. Laura lo tiene claro ahora: «Si lo hubiera sabido antes, habría pedido un faro exactamente igual al original. La ITV me enseñó que en el coche, cualquier cambio cuenta».







