Laura es profesora de secundaria y conduce a diario para ir a trabajar. Como muchos conductores, siempre ha procurado llevar su coche en buen estado, cumplir con las revisiones y no complicarse con temas mecánicos. Por eso, cuando decidió cambiar un faro que se había deteriorado con el tiempo, jamás imaginó que esa reparación aparentemente sencilla le acabaría suponiendo un problema serio en la ITV.
Su sorpresa llegó el día de la inspección técnica. Todo parecía ir bien hasta que el técnico le dijo que el vehículo no superaba la ITV debido a ese nuevo faro. «Me quedé alucinada», reconoce. «Era un faro nuevo, instalado en un taller, y pensé que con eso era suficiente». El caso de Laura no es una excepción y sirve como ejemplo de una realidad que muchos conductores desconocen.
2¿Qué dice la normativa? ¿Por qué la ITV es tan estricta?
La normativa española es clara. El Real Decreto 866/2010 establece que cualquier reforma que modifique las características técnicas o funcionales del vehículo debe ser inspeccionada y anotada en la ficha técnica. Ahí es donde entra en juego la llamada ITV por reforma, distinta de la inspección periódica habitual.
Desde AECA-ITV recuerdan que este proceso no es un simple trámite burocrático: su objetivo es garantizar que el vehículo sigue siendo seguro y cumple con las normas de emisiones y seguridad vial. Según su director gerente, Guillermo Magaz, modificar un vehículo sin legalizar correctamente los cambios puede afectar a su componente dinámico y suponer un riesgo real para todos los usuarios de la vía.







